El comercio digital sigue ofreciendo oportunidades. Más allá de lo que pueda significar la tangibilidad de las tiendas físicas y la rapidez de las compras en línea, hoy los consumidores modernos también exigen nuevas experiencias diferenciadoras que los motiven a comprar. Y eso es lo que el escenario del metaverso permite explorar.
Precisamente, el fundador de la red social conocida como Facebook, Mark Zuckerberg, hace unos meses anunció que la razón social de la compañía pasaría a ser Meta. Tras esta presentación, el nuevo nombre fue trending topic y el concepto metaverso comenzó a discutirse de manera transversal. Si bien se trata de un tema que solo era conocido en el mundo gamer hasta hace unos años, hoy es aplicable a la realidad pandémica.
La combinación entre lo físico y lo virtual. En palabras simples, eso es el metaverso: una nueva generación de internet que permite experiencias inmersivas, multisensoriales y sostenibles por medio de la tecnología. Concretamente, la llegada del COVID-19 demostró que los acontecimientos se aceleraron, por ejemplo, a través del caso de éxito de la plataforma Zoom, que si bien existía como herramienta de videollamadas hace más de una década, a partir de 2020 se convirtió en algo tan relevante como un celular en los 90’s.
“Con los avances tecnológicos se está generando un universo increíble. Una infinidad de mundos virtuales conectados en los que las personas prontamente podrán comprar su ropa o zapatos por medio de la realidad aumentada. Ya no sólo será una imagen de una película de ciencia ficción, sino que la transformación digital llegó como una oportunidad para innovar y mejorar la experiencia de los consumidores. Ahora es tarea de las compañías seguir explorando el metaverso y trabajar día a día por ser un aporte en este ecosistema”, señala Max Ruiz, director regional de Adobe.
Asimismo, para el experto, las transacciones comerciales al interior del metaverso serán piezas clave para la sostenibilidad y posibilidades de escala de las compañías: “Se abren un sinfín de oportunidades que se diferenciarán con el ecommerce tradicional. Las empresas tendrán que buscar la descentralización, la privacidad y la ubicuidad. En palabras simples, las transacciones requerirán gradualmente de menor cantidad de intermediarios y no será una exigencia entregar información personal para concretarlas, además de que podrán ser realizadas desde cualquier dispositivo, en cualquier momento y lugar”.
Además de oportunidades, existen desafíos que los proveedores de soluciones digitales deben enfrentar. Los prestadores de servicios para el comercio online deberán invertir en investigación y especializaciones para desarrollar softwares y hardwares que simplifiquen la complejidad tecnológica a la que se enfrentan los clientes. Hacia 2027, los expertos de Wildbytes proyectan que el 70% de las grandes marcas están inmersas en el metaverso, por lo que durante los próximos cinco años el ecommerce seguirá siendo un terreno de transformaciones en el mundo empresarial.
Por otro lado, el nivel de madurez tecnológica también es un reto para las compañías. “En la próxima década, la sociedad se enfrentará a la tarea de nivelar el conocimiento tecnológico para que elementos como las criptomonedas o smart contacts estén al alcance de todos, tal como ocurrió que, con el paso del tiempo, aumentó el nivel de penetración de internet en los hogares y hoy se trata de una nueva normalidad indiscutida. Otro punto importante por trabajar es la inversión, debido a que los dispositivos especializados para la realidad virtual aún tienen un alto costo, lo que debería tender a la masificación en este mundo de transformaciones”, reflexiona Ruiz.
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