Desde 1945 se comenzó a trabajar de forma especifica en la prohibición de la discriminación de genero, pero los movimientos en pro de la igualdad entre hombres y mujeres han existido desde muchos años atrás.
A día de hoy, si miramos hacia atrás nos daremos cuenta de los logros que se han obtenido desde entonces, sin embargo aún queda camino que recorrer para alcanzar una verdadera equidad, pues en muchos lugares todavía hay mujeres que deben enfrentarse a distintos obstáculos sociales, culturales y económicos en su vida cotidiana.
Aunque a simple vista pueda no parecer que existe una relación, la pandemia de Covid-19 ha sido la causa de retrocesos importantes en algunos ámbitos de esta lucha, por ejemplo de acuerdo a los índices de pobreza, el porcentaje mayormente afectado representa a las mujeres, además los confinamientos obligaron a muchas otras a convivir mayor tiempo con sus agresores lo que aumentó también los casos de violencia de género.
Otro factor que también debe ser considerado es la existencia de la brecha digital, entendiendo esta como un fenómeno social en el que limitaciones tanto físicas como culturales, han creado un escenario de disparidad en el que algunas personas no cuentan con acceso a recursos tecnológicos o servicios de calidad, por ejemplo durante la pandemia casi todas las escuelas optaron por un modelo educativo a distancia para el cual los estudiantes necesitaban contar con conexión a internet, sin embargo existen personas que no pudieron tener acceso al servicio pues no estaba disponible en sus comunidades o que por desconocimiento de los requisitos de internet mínimos para poder estudiar en línea, adquirieron un internet demasiado lento que al final les provocó problemas en su desempeño.
Sin embargo el mismo avance de la tecnología, utilizado de forma correcta y responsable, puede ser una herramienta de gran utilidad, tanto para cerrar la brecha digital como para impulsar el avance en materia de igualdad. Para el organismo ONU Mujeres, la tecnología forma parte de uno de los pilares fundamentales dentro de sus programas pues es considerada como un medio para acercar a las mujeres y niñas a sectores de los que hace unos años pudieron haber sido excluidas como el empresarial y comercial.
La cobertura y uso del internet así como de los dispositivos inteligentes móviles, se ha extendido de forma considerable en los últimos años, esto significa que una mayor cantidad de personas tienen acceso a estas herramientas y en consecuencia a todos los servicios que ofrecen como la posibilidad de estudiar y trabajar de forma remota, un función que permite a las mujeres continuar con sus estudios y su carrera profesional de una forma mucho más flexible y sin importar donde se encuentren.
De igual forma el sector de las finanzas, se ha visto beneficiado por la llegada del internet y los dispositivos inteligentes, pues además de que ya es posible controlar casi todas las operaciones económicas desde un teléfono celular, también han surgido nuevas empresas conocidas como Fintech, las cuales centran toda su operación en entornos virtuales, es decir no cuentan con espacios físicos, esto les ha permitido ofrecer productos mucho más especializados, por ejemplo existen Neobancos que ofrecen créditos exclusivos para mujeres emprendedoras.
Por otra parte, las computadoras no saben discriminar y las habilidades necesarias para operarlas pueden ser adquiridas de igual forma por ambos géneros, a diferencia de las antiguas creencias sobre que algunos trabajos eran exclusivos de hombres o mujeres. Esta es otra gran ventaja, pues las nuevas empresas enfocan sus valores y mentalidad en el respeto e igualdad con la intención de desaparecer los techos de cristal y fomentar ambientes de trabajo incluyentes.
Sin duda aún queda mucho trabajo por hacer pero si aprendemos a utilizar el progreso de una forma responsable, tanto para seguir dando voz y difusión a las personas que lo necesitan como para fortalecer el crecimiento económico, político y social de población por igual, podremos avanzar de forma más rápida hacia una igualdad de género universal.
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