POR QUÉ LOS NIÑOS NO COMPRENDEN LO QUE LEEN

Esta es una de las grandes preocupaciones de padres y tutores de quienes están en la etapa de aprendizaje de lectura, siendo muy común que se desconcentren, no entiendan algunas palabras y tengan que verse forzados a volver a leer una página para comprender lo que decía.

La lectura estimula el intercambio de información, conocimiento, percepción, agudiza la astucia y evita la aparición de los síntomas de demencia. “Diferentes estudios internacionales demuestran que los alumnos que trabajan la comprensión lectora desde pequeños mejoran un 72% las notas en las diferentes materias”, afirma Javier Arroyo, co fundador de Smartick, plataforma de aprendizaje virtual. La realidad indica que el 50% de los niños chilenos no entiende lo que lee, ¿cuáles son las situaciones más habituales en la sala de clases o en la casa?

Los expertos de Smartick las reunieron y entregan recomendaciones:

1.     Mi hijo lee de corrido, tiene fuerza veloz y velocidad, pero termina de leer y no recuerda lo leído ¿qué está haciendo mal? niño entre 6 a 9 años:

Tener lectura fluida no garantiza la comprensión lectora. Para comprender un texto escrito, además de transformar las letras en sonidos es necesario realizar un gran número de operaciones cognitivas destinadas a extraer el mensaje del texto. Para empezar, el lector tiene que realizar una serie de inferencias sobre hechos que no se dicen en el texto pero que son imprescindibles para la comprensión. También tiene que resolver anáforas, pues para no repetir las palabras se suelen utilizar pronombres (él, ella, éste, aquel…) y es necesario averiguar a quién se refieren. Por otra parte, en los textos escritos el vocabulario que se utiliza suele ser más rico que en la conversación oral. De la misma manera, las oraciones que forman el texto escrito suelen ser más complejas sintácticamente y más elaboradas que las que aparecen en el habla y los textos escritos tienen estructuras a veces complejas.

2.     Mi hijo tiene 12 años y quiero que lea lecturas más complejas y sin imágenes, de acuerdo con su edad, pero no quiere ¿hay una edad específica para que el niño lea libros sin imágenes?

A los 12 años un niño ya debería compaginar la lectura de textos con imágenes tipo cómic con otros en los que la información sea más extensa, compleja y sin imágenes, para que estimule su imaginación. No hay una regla matemática que nos diga qué hacer para que pueda iniciar la aventura de leer sin imágenes. Muchas veces son los amigos que aconsejan tal o cual libro que termina enganchándolos, también los padres (si son o fueron lectores habituales) pueden muchas veces dar consejos de libros que se convierten en motores para el inicio de buscar placer en la lectura más allá de los cómics. Lo importante es descubrir aquello que puede llamar la atención del adolescente para animarlo a leer más texto (sin renunciar a las otras lecturas con imágenes).

3.     Mi hijo no quiere leer solo, prefiere que yo le lea, dice que así comprende mejor, pero siento que lo malacostumbro ¿Qué debo hacer? ¿dejo de leer con él o continúo leyendo?

Lo ideal en estos casos es utilizar una fase intermedia en la que haya una lectura compartida, en la que se le lea un párrafo del texto y luego él lea otro párrafo, comentando juntos el contenido de cada párrafo, así como verbalizando dónde encuentra las dificultades, que pueden ser muy variadas: de comprensión del vocabulario, de las particularidades sintácticas de las relaciones lógico-gramaticales que posean las oraciones, de la dificultad de realizar ciertas inferencias, etc.

4.     Mi hijo no quiere leer ¿Existen otras formas de fomentar la lectura en los niños sin imponerles un libro físico?

Si se le cuentan historias o temas sobre temas motivantes de manera oral, puede ser que luego se acerque al libro físico de manera espontánea o por consejo de padres, profesores o amigos. Si, por ejemplo, se entusiasma con los héroes mitológicos en los que se basan muchos de los superhéroes del cómic, puede ser que de esta manera se logre interesar por la historia antigua y los mitos y de ahí a la filosofía y a la idea sobre muchas cosas como el mito de la caverna de Platón sólo hay un paso.

5.     ¿Cómo saber si mi hijo tiene dislexia?

Una evaluación estandarizada sobre las tareas requeridas por la lectura dará la respuesta a la posibilidad de que un niño padezca dislexia. En general una dificultad en la precisión y velocidad de lectura de palabras y no-palabras, respecto a sus compañeros del aula de la similar edad cronológica, marcará los primeros indicios de que su hijo pueda estar padeciendo dislexia. Póngalo en manos de un especialista que le administre las pruebas adecuadas para sondear esta posibilidad. Por ejemplo, en español podemos utilizar la prueba Prolexia, que da el porcentaje de riesgo de que un niño padezca problemas de lectura compatibles con la dislexia.

Siguiendo estas recomendaciones e incentivando a los niños a hacer de la lectura un hábito, seguramente tendrán un mejor rendimiento en las demás materias, además, como comenta Arroyo, “sabemos que leer bien desde pequeños es esencial para el aprendizaje. Las personas que leen mejor, aprenden más fácil; una buena comprensión lectora es garantía de éxito escolar tanto en la educación básica como en la secundaria y está demostrado que no solo en las materias de español, ya que el dominio de la lectura está directamente relacionado con los resultados académicos”, concluye el experto.

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