El Museo Interactivo Mirador (MIM) inauguró ayer la primera fase del Jardín Interactivo Adriana Hoffmann, un nuevo espacio de cinco hectáreas que busca promover y educar en torno a la protección y sostenibilidad del medio ambiente natural.
El hito representa el inicio de un proyecto que posibilita el rescate de una zona de 50.000 metros cuadrados que nunca había sido abierta al público, la cual se está transformando, desde la museografía, la botánica, el paisajismo y la sustentabilidad, para generar un ambiente natural que ponga en valor y represente la diversidad de la flora nativa del país de norte a sur.
Ya se han plantado más de 6.000 plantas y árboles nativos y pronto se sumarán huertos comunitarios, un invernadero, una casa de semillas, senderos, pasarelas y módulos interactivos, combinando la contemplación, recreación, concientización, educación, investigación y conservación.
Si bien el proyecto completo está pensado a largo plazo, puesto que está determinado por el tiempo que los organismos vivos demoran en crecer, desde la próxima semana comenzará a recibir a grupos de visitantes exploradores, quienes podrán recorrer el espacio y participar de una actividad medioambiental educativa por medio de visitas dirigidas por mediadores del museo y previa inscripción.