Por María Teresa González Muzzio, directora de la Escuela de Pedagogía en Educación Parvularia de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Católica del Maule-Sede Curicó.
Durante el mes de abril se realizan diversas actividades para conmemorar el día del libro y del derecho de autor, sumando iniciativas que buscan acercar a las personas de todas las edades a la lectura. Lectura que se espera sea por gusto, placer, para responder a un interés que va más allá de la obligatoriedad con que se aborda en algunos contextos escolares. Se recuerdan grandes autores de literatura infantil, juvenil, crónicas, novelas, cuentos y otras creaciones, y se desarrollan actividades en bibliotecas, colegios, centros culturales y en redes sociales. Claramente esto contribuye a la memoria colectiva, al conocimiento y valoración del patrimonio, y a la formación de una identidad personal, social y cultural.
Pero muchas veces se nos olvida que junto a nosotros tenemos también a los grandes autores de hoy y mañana. Potenciales escritores de nuevos relatos, poemas, cuentos y más. ¿Quiénes podrían ser estos nuevos grandes autores? Son todas las personas que se encuentran en sus primeros años de vida descubriendo el mundo y sus propias capacidades.
Los párvulos tienen, como toda persona, un potencial imaginativo dispuesto a crear hasta lo más insospechado, pero tienen la ventaja de no estar tan influidos por factores externos como los medios, la televisión, la publicidad, prejuicios, estereotipos u otros. Tienen también las ansias de compartir con otros, de disfrutar con juegos sociodramáticos en los que crean escenas, personajes, historias. Aún faltan elementos para enriquecer y dar forma a su discurso narrativo, deben ampliar vocabulario y conocimiento del mundo, incorporar conectores, comprender y usar figuras literarias, entre muchos otros desafíos. Pero ya a sus 3 o 4 años de edad nos pueden deleitar con largas historias en sus juegos o en conversaciones. Sólo necesitan la oportunidad.
Para desplegar todo su potencial como grandes autores es necesario que los adultos les brindemos la confianza de sentirse escuchados, que valoremos cada propuesta, aunque en principio nos parezcan incoherentes. Así también, que les permitamos hablar y expresarse libremente al contarnos algo. En ese momento, con sólo decir: “¡Gran historia!, ¿y qué pasó entonces?”, les estaremos demostrando reconocimiento a su creación y animándoles a continuar en ella. Otro impulso en esta empresa será apoyarles escribiendo con ellos algunas de sus creaciones, ilustrándolas con sus propios dibujos, o grabándolos en video o audio según su interés. La mayor satisfacción para los párvulos será saber que sus ideas quedaron contenidas en un pequeño libro creado por ellos sea impreso o digital, y que probablemente se aprendan de memoria para contarlo una y otra vez. Para llegar a conocer grandes autores mañana, hoy tenemos en la infancia todo el potencial.
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