54 proyectos científicos trabajaron en el Continente Blanco en esta temporada, utilizando las bases Escudero, Yelcho, Risopatrón, O’Higgins, Prat y la estación en glaciar Unión. Además, se realizaron con éxito los campamentos en punta Armonía y en cabo Melville.
La LIX Expedición Científica Antártica (ECA 59) coordinada por el Instituto Antártico Chileno (INACH), se realizó entre noviembre y marzo. Los últimos logísticos y logísticas que estaban en la base “Profesor Julio Escudero” han abandonado el Continente Blanco cerrando así una temporada que estuvo marcada por la cooperación internacional y el gran despliegue de hombres y mujeres en el prístino continente.
Para optar a trabajar en este rincón del planeta, los equipos científicos deben formar parte del Programa Nacional de Ciencia Antártica (PROCIEN), para lo que deben postular mediante las alternativas concursables disponibles en INACH y la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID). Este año, se encuentran activos 90 proyectos pertenecientes a 34 universidades y centros de investigación, entre los que se cuentan el Centro IDEAL y el Instituto Milenio BASE.
De estos 90 proyectos, 54 tuvieron actividades de terreno durante la ECA59, destacándose los estudios de genética de pingüinos, la acidificación y calentamiento del océano Austral, los contaminantes en la Antártica, la huella de carbono negro, los virus emergentes en aves o el calentamiento regional de plantas, entre otras.
Para el Dr. Marcelo Leppe, director del INACH, la ECA 59 concluye con cifras azules similares a las que existían antes de la pandemia, logrando desplegar a más de 438 científicos y científicas, y personal logístico. “A pesar de las dificultades de la reactivación de la logística antártica de varios países tras la pandemia, y particularmente la del Programa Antártico Nacional, hemos logrado los objetivos y nos sentimos satisfechos. Se ha avanzado con el plan de renovación de las bases Yelcho y Carvajal y también nos encontramos ad portas de las definiciones de la nueva base Escudero para el siglo XXI».
Los primeros investigadores e investigadoras en terreno llegaron hasta el territorio antártico en noviembre del año pasado. Los traslados de las y los investigadores se efectuaron por vía aérea y marítima, contando para esta última con los buques Aquiles, Janequeo, Galvarino y Fuentealba de la Armada de Chile, el buque Betanzos de la empresa DAP y la lancha científica Karpuj del INACH.
«Mostrando las cifras que ya teníamos el año 2019 y que, obviamente, se vieron distorcionadas por la pandemia, este año nos vuelve a mostrar la colaboración internacional, la búsqueda de preguntas y objetivos comunes con otras naciones, el multilateralismo como una de las herramientas importantes que Chile exhibe a la hora de hacer investigación científica antártica de calidad. Gracias a eso estamos también cada día más cerca de la celebración del Congreso Mundial de Ciencia Antártica en Pucón y en Punta Arenas, congreso que va a reunir lo mejor de la ciencia mundial y que ha estado relegada a reuniones virtuales durante los últimos seis años», señala Leppe.
Mayor presencia femenina
Tomando en consideración que la representación femenina en el personal que desarrolla actividades logísticas en las expediciones es menor, variando entre un 8,11 % y un 16,3 % en las expediciones 2017-2020, el INACH se ha propuesto incrementar esta participación para alcanzar un 50 % de participación femenina en el corto plazo.
Los primeros esfuerzos realizados en la ECA 58 permitieron avanzar alcanzando un 24,2 % y en esta ECA 59 se logró un histórico 45 %.
Avance de programas estratégicos
Para el Programa de Áreas Marinas Protegidas de INACH se efectuó el monitoreo anual de aves marinas en punta Armonía junto a una prospección acústica de abundancia de kril en áreas de alimentación de pingüinos. Asimismo, se realizaron monitoreos de comunidades bentónicas con un ROV submarino y un registro de variables ambientales (temperatura, salinidad, pH) en distintos sectores de bahía Fildes.
En esta ECA se instalaron seis nuevas estaciones de la Red Latitudinal de Estaciones Multiparamétricas: cabo Melville, punta Armonía, base Prat, base O’Higgins, base Gabriel González Videla y refugio Boonen Rivera. Estas estaciones miden factores como la temperatura, la humedad relativa o el albedo y se espera que para el año 2024 estén instaladas 21 estaciones, las que al año 2025 estarían transmitiendo datos en tiempo real, como ya lo hacen las instaladas durante esta campaña.
Durante la pasada campaña los equipos logísticos transportaron 43 m3 equivalente a 11.200 kilogramos por vía aérea. Asimismo, por vía marítima fueron 600 m3 equivalentes a 110 toneladas.