Javiera Toro sueña desde niña con explorar el universo. Junto a la astrónoma italiana Violette Impellizzeri, quien trabajó 9 años para el observatorio ALMA, fueron parte de una serie web basada en modelos de rol de mujeres en ciencia en Chile para inspirar a las nuevas generaciones.
Pareciera increíble que a estas alturas del siglo 21 sigan existiendo sesgos en materia de equidad de género. Pues bien, el 11 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, instaurado por la Unesco, organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura; y en Chile aún persisten brechas de participación femenina en carreras universitarias de las áreas STEM o CTIM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), afectando la trayectoria profesional de mujeres en disciplinas de este ámbito y perpetuando las brechas entre hombres y mujeres.
Javiera Toro es una joven de 19 años, que acaba de terminar su primer año de Ingeniería Plan Común en la Universidad de Chile, con miras a convertirse en astrónoma, un sueño que cultiva desde la infancia y que la inspiró para ser una de las protagonistas de la serie web Provoca, creada por AUI/NRAO, que busca promover vocaciones científicas en niñas y potenciar modelos de rol femeninos en la ciencia chilena. Revive el testimonio de Javiera en Provoca
En diciembre de 2020 se publicó la «Radiografía de género en ciencia, tecnología, conocimiento e innovación», elaborada por la División de Estudios y Estadísticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación de Chile, un estudio que señala que solo el 24% de las matrículas en carreras universitarias 2020 en tecnología fueron ocupadas por mujeres y solo un 4% en el caso de ciencias básicas (química, biología, física y matemática). En este sentido, la subsecretaria de Ciencia, Carolina Torrealba, precisó: «las mujeres en física no llegan al 10% de los investigadores activos, y en economía no superan el 16%, ¿cuánto talento nos estamos perdiendo?».
Javiera Toro es una de cerca de 200 alumnas en un universo de 800 estudiantes de ingeniería en la Universidad de Chile. Como muchos, estudió durante el año 2020 con gran esfuerzo mediante la modalidad de teleducación, manejando complicaciones de conectividad, plataformas de educación online y trabajos grupales remotos con personas que ni siquiera conoció de forma presencial. Estos son aspectos propios del aprendizaje en esta pandemia, que no podría haber superado sin el apoyo emocional de su familia y la inspiración de una astrónoma italiana que conoció hace un par de años en el primer encuentro de modelos de rol Provoca.
Javiera vive en Puente Alto junto a su familia extendida de siete integrantes: sus padres, su abuela, su hermana, una tía y una prima. Todo un desafío para superar un año de debut universitario en el encierro y con problemas que muchas familias experimentaron. La joven recuerda que se enteró de su ingreso a la universidad estando en casa y que con su abuela gritaron y saltaron de alegría. Perseverancia, para ella, es la clave para poder avanzar y cerrar brechas en el nivel de formación, y explica que debió estudiar hasta el doble de tiempo que sus compañeros, solo para nivelarse. Si bien asignaturas como mecánica y física la acercaron algo a la astronomía, aún le queda un buen trayecto para adentrarse en la disciplina del estudio del universo.
Modelos inspiracionales en ciencias
Desde muy niña, Javiera quiso saber la explicación de los fenómenos del universo y se declara una buscadora incansable que cada día supera los obstáculos para convertirse en astrónoma.
En el 2020 transcurrió meses entre su cama y su escritorio -a solo dos pasos-, compartió un único computador en casa e incluso sobrellevó la partida de su abuela, siempre insistiendo en su propósito.
«La pandemia nos permitió pasar más tiempo en familia, organizar nuestros compromisos para tomar onces juntos, lo que sin duda ayudó a estar muy unidos al momento en que mi abuela falleció. En menos de una semana le diagnosticaron un cáncer avanzado en las caderas y no pudo ganarle a la enfermedad. No obstante, hasta el último minuto que estuvo bien en casa, tuvo gestos sobrecogedores para hacerme más llevaderos mis estudios en las condiciones que vivíamos», comenta Javiera.
Fue precisamente tras esta significativa pérdida, en que Javiera se vio sumida en una profunda tristeza y desmotivación, cuando encontró en un librero de su habitación, un póster con un mensaje inspirador de la astrónoma Violette Impellizzeri, que la devolvió a su misión: «¡Mucha suerte con tu futuro de astrónoma!. Te esperamos en ALMA. Violette». Para ella, este breve mensaje al reverso de un póster olvidado, fue un recuerdo revitalizante para tomar consciencia de los esfuerzos de tantos años, de aprovechar la oportunidad de poder estudiar y de retomar con entusiasmo su proyecto de astronomía.
Inspirar a nuevas generaciones mediante modelos de rol es, sin duda, uno de los mecanismos más eficientes para que los niños y niñas conozcan a personas reales que cumplen sus sueños siendo adultos. Este es el desafío que nos plantea el futuro de la comunicación pública de la ciencia en Chile, tanto como sociedad, leyes y políticas que contribuyan a reducir las brechas en todas las disciplinas y escenarios de acción.
La astronomía es el sueño de Javiera, un deseo de explicar lo inexplicable. Hoy, gracias a una beca Bicentenario puede seguir estudiando, aunque no descarta la necesidad de buscar un trabajo complementario para ayudar a su familia. «Si bien las universidades han creado mecanismos para ampliar la participación de la mujer como estudiante, docente y cargos directivos en la academia, creo que lo más importante es construir redes colaborativas entre los estudiantes, generando cambios con señales de inclusión y equidad, descubriendo y reconociendo el talento, más allá del género. El 2020 fue un año de cambios, en lo personal y en lo familiar. Con empeño logré comprarme mi propia silla de computador y como familia adquirimos otro computador. Este año voy por más, cada día un poco más cerca de las estrellas», concluye Javiera.
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