Dra. Jessica Candia Directora Carrera de Trabajo Social Universidad de Las Américas Sede Concepción
La Organización de Naciones Unidas (ONU) decretó el 20 de febrero como el Día Mundial de la Justicia Social, instancia que nos invita a reflexionar sobre la imperiosa necesidad de avanzar en disminuir -o eliminar- las desigualdades y promover oportunidades equitativas para todos.
La construcción de sociedades más justas socialmente implica ir más allá de igualdades superficiales, lo cual requiere abordar sistemáticamente las disparidades y garantizar que todos tengan acceso a los mismos derechos y oportunidades. De esta manera, se persigue que a través de la justicia social globalmente instalada, se discutan cuestiones prioritarias como la pobreza, discriminación y desigualdad de género, entendiéndose esta tarea como el compromiso de avanzar en estas causas, buscando el mantenimiento de la paz, seguridad y respeto por los derechos humanos y libertades fundamentales.
Según el Premio Nobel en Economía, Joseph Stiglitz, el 90% de las personas que nacen pobres mueren en la misma condición, independientemente del esfuerzo que realicen. Asimismo, el 90% de los que nacen ricos lo serán toda la vida sin importar los talentos que posean. Esto nos muestra que en el mundo y, especialmente, en nuestro país, se mantienen y fortalecen sistemas que resisten y dificultan políticas de redistribución de los recursos de manera más equitativa.
Así, el desafío se instala desde las convicciones más profundas del ser humano y del tipo de sociedad que deseamos construir, de manera de ir empujando los cambios necesarios, considerando además, que el impacto del cambio climático traerá consecuencias que agudizarán las desigualdades imperantes hasta ahora.
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