En la LX Expedición Científica Antártica (ECA 60) organizada por el Instituto Antártico Chileno (INACH) y aún en curso se instalaron tres nuevas estaciones de la Red Latitudinal de Estaciones Multiparamétricas, destinadas a medir y monitorear los efectos del cambio climático en la península Antártica.
Este logro fue posible gracias a la colaboración institucional del INACH con la Dirección Meteorológica de Chile (DMC), que permitió establecer estos puntos en ubicaciones geográficamente desafiantes del continente antártico, como son las islas D’Hainaut, Alcock y Livingston, además de realizar mantención a equipos ubicados en cabo Melville (isla Rey Jorge) y en la estación cercana a la base “Profesor Julio Escudero”.
La semana pasada, el director nacional (s) de INACH, Andrés López, se reunió con los instrumentistas meteorológicos de la DMC, Walter Paredes y Francisco Echaurren, junto al equipo técnico de INACH conformado por los profesionales Bastián Oyarce y Cristofer Huenchumán. En este encuentro, compartieron experiencias, abordaron los desafíos que surgirán al continuar el próximo año con una nueva campaña de instalación y se les agradeció por el valioso apoyo proporcionado en esta ECA.
Walter Paredes relata que arribaron a Antártica el 15 de diciembre y finalizaron la última semana de enero. Para él esta fue su segunda ECA en terreno y sobre este viaje comentó: “Fueron más de cuarenta días, estuvo muy intenso. Vinimos en convenio formando parte del proyecto de sensores latitudinales, hicimos tres campamentos para instalar tres estaciones distintas. La experiencia fue increíble, pudimos realizar nuestro trabajo en la Antártica con el apoyo excelente de INACH. A pesar del frío y el viento, nunca faltó el compañerismo y el buen desempeño laboral”.
Por su parte, su colega Francisco Echaurren agradece haber sido considerado para participar en esta iniciativa: “Fue un honor saber que nos tenían contemplados para colaborar en este proyecto, por lo que aceptamos encantados. Contribuimos principalmente con nuestra experiencia en la instalación de estaciones meteorológicas en todo el territorio chileno. Es importante mencionar que el apoyo se da gracias a nuestra relación con la Organización Meteorológica Mundial y nuestra experiencia en este tipo de instalaciones”, menciona.
“El aporte de la DMC fue indispensable. Originalmente, planeamos tener dos equipos de tres personas cada uno trabajando cerca del punto de inicio. Sin embargo, al final decidimos que los seis miembros del equipo trabajaríamos juntos en cada punto. Esta estrategia nos permitió optimizar los tiempos y alcanzar nuestros objetivos. Necesitábamos aprovechar al máximo todos nuestros recursos para hacer la instalación antes de que empeoraran las condiciones climáticas y nos viéramos obligados a abandonar los puntos de trabajo”, señaló Bastián Oyarce, responsable del proyecto de sensores latitudinales del INACH.
Para esta campaña también se tuvo el apoyo del Ejército de Chile a través del Teniente Coronel Fernando Inostroza, quien asesoró el trabajo del equipo en los campamentos. Él junto al logístico de INACH, Ignacio Reyes, gestionaron aspectos clave como la alimentación, el montaje y desmontaje del campamento, el secado de los equipos y prendas, entre otras funciones. Además, se encargaron de identificar el lugar más seguro para el campamento, para resguardarse del viento y así poder aprovechar cada momento de descanso.
“Las condiciones fueron bien desafiantes y cambiantes. Intentamos aprovechar todos los momentos aptos para las instalaciones, pero en algunas ocasiones tuvimos que trabajar con vientos fuertes y precipitaciones, lo cual es una combinación que castiga, duro pero en esos momentos específicos no teníamos otra opción que seguir con las tareas”, relata Oyarce.
Nuevas estaciones meteorológicas
La Red Latitudinal de Estaciones Multiparamétricas busca recibir y transmitir datos en tiempo real sobre el cambio climático abarcando aspectos como la velocidad y dirección del viento, radiación solar, temperatura del aire, agua y suelo; humedad relativa, precipitación, altura de la nieve precipitada y presión barométrica.
“El objetivo era instalar tres nuevas estaciones en Antártica para llegar a trece durante este año, quedan tres pendientes para la próxima ECA y así completar 16 puntos de estación meteorológicas, además aprovechamos a hacerles mantenimiento a dos estaciones: cabo Melville, que es la más al norte que tenemos hasta ahora y que no había recibido mantenimiento el último año, y le hicimos mantenimiento a la estación de Escudero también”, explica Oyarce.
La fase 1 del despliegue del proyecto, que implica la instalación de nuevas estaciones, aún no concluye: “Aún debemos escoger los puntos donde instalaremos nuevas estaciones este año, pero la idea es que sean estratégicos y representativos. Estamos buscando ubicaciones en los extremos latitudinales», agrega el profesional del INACH.
Como desafíos futuros, se planea implementar nuevos puntos en la red, pero no como estaciones meteorológicas convencionales, sino como sensores oceanográficos. «Estos sensores incluyen un conjunto de dispositivos sumergidos, lo cual es novedoso para nosotros. Tendremos que familiarizarnos con nuevas tecnologías y realizar un estudio exhaustivo. También tenemos como objetivo mejorar la red existente. Esto implica reemplazar los sensores que han alcanzado el final de su vida útil en la Antártica, que generalmente es de dos o tres años desde su instalación, con sensores nuevos y más eficientes», concluye Oyarce.