Con tan solo 26 años, la investigadora, divulgadora científica, escritora e influencer logró adjudicarse la NASA Hubble Fellowship, la Jansky Fellowship y la 51 Pegasi b Fellowship, las tres becas de postdoctorado en astronomía más importantes de Estados Unidos. Teresa quien es egresada del magíster en ciencias mención astronomía de la Universidad de Chile finalmente optó por la 51 Pegasi b Fellowship, y será la primera chilena adscrita a este programa de la Fundación Heising-Simons. La científica logró, además, adjudicarse una beca interna de la Sociedad de Fellows de la Universidad de Michigan, que le permitirá combinar ambas fuentes de financiamiento para continuar su investigación sobre las condiciones químicas en los entornos de formación planetaria.
El año 2014, a sus 16 años, Teresa Paneque comenzó su formación universitaria en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile. Por aquel entonces ya quería ser astrónoma, aunque confiesa que no tenía tanta claridad de todo lo que comprendía esta disciplina. “Entré porque me gustaba la física, porque sentía que el universo iba a ser enorme y siempre tenía preguntas que responder. Pero no me imaginaba cómo iba a ser mi vida profesional. Eso por un lado era bueno, porque era un canvas vacío, y entonces no tenía grandes objetivos o metas que cumplir. Pero creo que también era por la misma inseguridad de pensar que quizás no iba a llegar a ser una académica o una investigadora desarrollada de la manera que me veo hoy en día”, relata.
Este camino en la educación superior emprendido hace 10 años hoy lo corona con la adjudicación de las tres becas de postdoctorado en astronomía más importantes y competitivas de Estados Unidos: Hubble Fellowship de la NASA, la Jansky Fellowship de la National Radio Astronomy Observatory (NRAO) y la 51 Pegasi b Fellowship. Este último programa, donde fue una de las ocho seleccionadas entre más de 130 postulantes de todo el mundo, es el que escogió Teresa Paneque para continuar su investigación sobre las condiciones químicas en los entornos de formación planetaria, tema sobre el cual próximamente defenderá su tesis de doctorado que realizó en el Observatorio Europeo Austral, en Alemania, y en la Universidad de Leiden, en Holanda, Países Bajos.
Además de convertirse en la primera chilena en obtener la beca 51 Pegasi b Fellowship, Teresa Paneque consiguió también una posición en la Sociedad de Fellows de la Universidad de Michigan. De esta forma, la joven astrónoma, quien también es embajadora de UNICEF en Chile, combinará ambas fuentes de financiamiento para continuar como investigadora de esta última institución por los próximos cinco años, periodo en el que espera hacer análisis sistemáticos de sus hallazgos sobre los procesos químicos que dan origen a los planetas y, de esta forma, proyectar los avances de su trabajo en el doctorado en muestras más grandes de entornos de formación planetaria. “Pero podría ser que hayan cosas que no estamos considerando, así que eso es en papel lo que planeo hacer”, aclara.
La obtención de estas becas son un hito, ya que destaca las posibilidades y visibilidad que pueden tener investigadores formados en Chile en etapas más avanzadas de sus carreras. En el pasado, por ejemplo, la NASA Hubble Fellowship se la adjudicó Mario Hamuy y la Jansky Fellowship la obtuvo la profesora Laura Pérez, solo por nombrar algunos referentes de la astronomía nacional. Teresa Paneque, en este caso, optó por la 51 Pegasi b Fellowship, que obtiene su nombre en honor al primer exoplaneta descubierto en 1995 y financia específicamente a investigadores en áreas de las ciencias planetarias. Teresa eligió esta beca debido a su flexibilidad y a la posibilidad que le otorga de combinar su financiamiento con su segundo nombramiento en la Universidad de Michigan.
Convertir los sueños en realidad
“Hoy en día estoy parada en un punto donde no pensaba estar cuatro años atrás, cuando empecé y me preparé para venir a hacer el doctorado”, comenta Teresa Paneque. Por eso, frente a este importante logro en su carrera, señala que le gustaría “abrazar a esa Tere del 2014 y decirle que aproveche al máximo su formación universitaria para aprender todo lo que pueda, que las cosas se van a dar bien, va a tener aventuras maravillosas y va a estar cumpliendo sus sueños”.
Asimismo, espera que este momento inspire a muchas niñas y mujeres del país a seguir una carrera en las ciencias, particularmente en la astronomía, ya que “tenemos muchas profesoras y mentoras de las cuales podemos aprender y en quienes nos podemos inspirar. La gatillante de mi ruta astronómica es la profesora Laura Pérez, haber podido trabajar con ella durante mi magíster en la Universidad de Chile, haber aprendido de ella no solo a nivel técnico y científico, sino que también de ella como persona y como mujer en la ciencia. Siento que he podido estar en lugares donde mis mentoras han confiado en mí y me han enseñado a sacar lo mejor de mis capacidades combinado con todo lo que ellas me han enseñado”.
Tras conocer la noticia, Laura Pérez, profesora del Departamento de Astronomía de la Universidad de Chile, expresó su alegría de que a Teresa “le ofrecieron las becas de postdoctorado más prestigiosas que existen en Astronomía. La competencia es brutal en la selección, con cientos de postulantes a nivel mundial. Esto demuestra que la ciencia que está haciendo Teresa es relevante y de excelencia a nivel mundial”. En este sentido, afirma que esta nueva etapa en su carrera “es una increíble oportunidad para que ella desarrolle su ciencia con libertad y con gran impacto, pues se incorpora a un grupo de investigación de renombre pero al mismo tiempo ella podrá decidir que quiere hacer con su ciencia y su tiempo. A futuro, espero que Teresa quiera regresar al país y contribuir al desarrollo de la astronomía, manteniendo la cercanía al público en sus esfuerzos de difusión de la ciencia”.
Teresa destaca, además, que “Chile es un país desde el cual se desarrolla ciencia de primer nivel y cuyas investigaciones tienen repercusiones internacionales, y tenemos el privilegio de nuestro cielo, que es un laboratorio natural, y de toda la tecnología que se ha instalado en el norte del país”. Agrega, en esta línea, que “la formación que entregan universidades chilenas como la Universidad de Chile es de primer nivel y permite conversar, discutir e investigar con personas de todas partes del mundo”.
Construir futuro
En el marco de su doctorado en el Observatorio Europeo Austral y en la Universidad de Leiden, Teresa ha podido acceder a observaciones astronómicas realizadas a través de instrumentos de punta, como el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) y el Telescopio espacial James Webb, lo que le ha permitido trabajar con distintas tecnologías y grupos de investigación. Por esta razón, respecto a esta nueva etapa en Estados Unidos, la astrónoma sostiene que representa “una oportunidad muy enriquecedora para combinar los aprendizajes que he tenido junto a las comunidades astronómicas de Chile y Europa ahora también con la comunidad en Norteamérica, y ojalá poder traer todo ese conocimiento de vuelta al país a futuro”.
Sobre los desafíos de esta nueva etapa, detalla que su doctorado le permitió profundizar en el estudio tridimensional y las técnicas para ligar la presencia de ciertas moléculas con las condiciones y procesos asociados a la formación de planetas. “Me he centrado en demostrar que se puede hacer y que funciona. Pero ahora que tenemos el método la idea es extrapolarlo a una muestra más grande. Vamos a ver cómo se comportan distintas estrellas jóvenes, cómo se comportan distintos discos proto planetarios, cómo se comparan con nuestro propio Sistema Solar, y poder, en el fondo, sistematizar todo el análisis”, explica.
Si bien adelanta que muchas cosas pueden pasar en los próximos cinco años, que es bastante tiempo para la ciencia, piensa que seguramente vendrán nuevos hallazgos, experiencias emocionantes, y también nuevos aprendizajes. “Miramos hacia el futuro, hacia los telescopios que se están construyendo en el norte de Chile y los nuevos hallazgos que nos traerá esta década. Hay que entrenarse y aprender de todas estas cosas para seguir aportando al entendimiento de nuestros orígenes en el universo”, concluye Teresa.