La revolución tecnológica está dando forma a un nuevo paradigma en el que la personalización y la eficiencia se combinan para ofrecer servicios más intuitivos y adaptados a las necesidades de cada persona.
La inteligencia artificial (IA) generativa está transformando el sector financiero al cambiar el panorama de las operaciones tradicionales y potenciar la innovación en los servicios bancarios. Esta tecnología tiene el potencial de liberar hasta el 65% del tiempo que los profesionales de la industria ocupan en tareas menos estratégicas, permitiéndoles enfocarse en mejorar la relación con los clientes y aumentar la rentabilidad. Al explorar nuevas fuentes de datos no estructurados, la IA entrega oportunidades para mejorar la calidad del asesoramiento adaptando las fuentes de los datos según cada cliente.
Actualmente en la industria financiera, los equipos de marketing ya cuentan con las herramientas necesarias para generar contenido personalizado a gran escala, mientras que los asistentes de codificación han aumentado la productividad en las tareas de TI. En el corto plazo, esta tecnología permitirá acelerar el proceso de préstamos corporativos, con una reducción del tiempo de un 40%. Sin embargo, la creciente ola de aplicaciones de IA requiere un enfoque en la gestión de costos, recursos y un perfil de riesgo del banco.
“La IA generativa no resuelve todos los desafíos por sí sola. Es una tecnología que funciona mejor dentro de un sistema de aprendizaje automático y cuenta con sus propios desafíos organizacionales, regulatorios y éticos”, explica Marcial Rapela, socio y responsable de Bain & Company en Chile. “Es por eso que es fundamental elaborar un plan de casos de uso, incluidos los recursos y obstáculos que pueden surgir durante el desarrollo y puesta en marcha de la plataforma”.
Implementación y uso de datos personales
Dada la forma en que la IA generativa puede cambiar las operaciones internas y las interacciones con los clientes, los bancos necesitan desarrollar una visión integral de los sistemas y datos subyacentes para permitir que esta tecnología marque la diferencia.
Las instituciones que ya han adoptado métodos basados en la nube e interfaces de programación de aplicaciones (APIs) cuentan con una gran ventaja al momento de implementar IA generativa en sus procesos. Según Global Market Insights, el valor de mercado global para este tipo de tecnologías en compañías bancarias y financieras podría aumentar de 20 mil millones de dólares en 2022 a más de 100 mil millones de dólares en 2032.
Respecto a la arquitectura delos datos, tanto los internos como los externos del banco, pueden incorporarse para obtener información sobre el comportamiento del cliente. El desafío radica en asegurar una rápida transferencia de todo el contenido producido internamente a los sistemas de la organización. Según una investigación reciente de Bain, más del 80% de los bancos planean actualizar sus sistemas de datos en los próximos tres años y más del 40% busca utilizar los «datos como producto» para cumplir con los requisitos regulatorios relacionados con el tratamiento de esta información.
“La IA generativa ha cambiado la percepción de los antiguos riesgos sobre privacidad y seguridad de los datos, por lo que es fundamental desarrollar una estrategia responsable. Con la expansión y el poder de esta tecnología, los bancos necesitarán dominarla si quieren prosperar. No hay duda de que la IA interferirá en varios procesos y en cómo las instituciones interactúan con sus clientes. Sin embargo, si se implementa de manera inteligente, puede generar optimización de recursos y mejorar la relación con los usuarios”, agregó Rapela.
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