Con tecnología de radiofrecuencia (RFID), esta nueva herramienta para los minoristas ayudará no solo a mejorar las vivencias de los consumidores, sino que también aportará precisión en la disponibilidad de productos.
Algunas películas han sido ejemplo de que la fantasía y la ficción pueden sobreponerse a la realidad. Un “espejo mágico” que diga lo que el usuario quiere saber es la nueva innovación del presente con la llegada de los espejos interactivos para facilitar la experiencia de los consumidores en los mercados minoristas.
Esta innovación aterrizó en Chile durante el mes de mayo de la mano de la compañía de soluciones para la industria logística, STG. Los espejos cuentan con una medida de 140 centímetros de largo por 70 centímetros de ancho, y prometen revolucionar la experiencia de los clientes en la tienda.
“Desde el 2015 este tipo de tecnología era vista en países de Europa, sin embargo, esta no se combinaban con la verdadera experiencia phygital. Los nuevos espejos que llegaron al país hoy son una novedad que se basa en la figura de las personas que están frente a ellos para que puedan medirse una prenda, cambiar de color y/o talla, sin necesidad de salir del probador o solicitar ayuda”, explica Leonardo Navarrete, gerente comercial de STG Chile.
Con el crecimiento del comercio, mayor es la necesidad de tecnología
De acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio de Chile (CNC), las ventas presenciales del sector minorista presentaron un alza de 3,5% en el mes de abril con un acumulado de 7,7% durante los cuatro primeros meses del año.
En línea con estas cifras, el comercio minorista sigue avanzando a paso firme para invertir y digitalizar la experiencia de compra. Es por ello que hay una necesidad de incorporar este tipo de tecnologías que entreguen facilidad al momento de interactuar con las marcas.
Asimismo, no son solo un aporte positivo para el cliente, también lo son para la labor de los colaboradores en el retail, ya que están integrados con tecnología de radiofrecuencia (RFID) que permite tanto al usuario como al trabajador tener disponible el inventario en tiempo real.
“Un ejemplo es probarse una franela, chaqueta o pantalón en una tienda, pero no nos quedó la medida o no nos gustó visualmente. O todo lo contrario, queremos la prenda combinada con otros artículos. Es de esta manera que los espejos interactivos aportan un plus extra en los procesos de la tienda, además, en la experiencia y tiempo de los clientes que tendrán la posibilidad de que en un mismo lugar puedan ver colores, tallas, disponibilidad y combinaciones con otros productos sin salirse del probador para seguir recorriendo el local”, agrega Navarrete.
Una tecnología que cada vez más evoluciona con medidas exactas al usuario hoy permitirá la competencia en el mercado en cuanto a la calidad de atención y experiencia ante un consumidor que buscan confort y novedad a la hora de salir a comprar.