Tras un duro divorcio y el encierro de la pandemia, Sian Proctor, profesora de geociencia, doctora en educación científica y entonces piloto comercial, envió un video para ser una de las civiles que viajaría al espacio en la misión Inspiration4 (SpaceX) de septiembre 2021…y ¡lo consiguió!. Académica, artista, poeta y la primera mujer astronauta afroamericana en pilotear una nave al espacio, Sian visitó Chile e inspiró a jóvenes estudiantes y profesionales a seguir sus sueños y defender principios de justicia, equidad, diversidad e inclusión.
La Dra. Sian Proctor, profesora de geociencias y doctora en educación científica, saltó a la fama por ser la primera astronauta afroamericana en pilotear una nave espacial – Crew Dragon (SpaceX)- en 2021, cuando se realizó la primera misión Inspiration4, que hizo realidad el sueño de 4 civiles que viajaron al espacio. Sian visitó Chile y se reunió con mentoras de la iniciativa PROVOCA (de AUI/NRAO), jóvenes estudiantes y público general, gracias a una visita organizada por la Embajada de Estados Unidos en Chile, la Universidad Federico Santa María y AUI/NRAO, socio norteamericano del observatorio ALMA y creador del programa de mentoría «PROVOCA» para niñas y mujeres STEM.
En un fascinante relato, la astronauta de 54 años, compartió su historia de vida y la oportunidad que le permitió cumplir su sueño de viajar al espacio. Contó que su padre trabajó en la NASA y ella siempre quiso ver la Tierra desde la perspectiva orbital. «La gente se maravilla con la luz que emana de la luna, que está a solo 3 días de distancia de nuestro planeta, y su luz influye en nuestro estado anímico e incluso en nuestros sentimientos. Imaginen el poder y el brillo de la luz que emana de la Tierra cuando uno está en el espacio. El poder de la luz nos transforma y me gusta pensar que esa luz la genera nuestra humanidad».
Sian cuenta que en 2020 había cumplido 50 años, superado un duro divorcio y sobrevivido a la pandemia, al momento de enterarse del concurso de SpaceX, que abrió la posibilidad para que ciudadanos comunes viajaran al espacio gratuitamente, algo impensado hasta entonces. El desafío estaba en enviar un video de dos minutos, capaz de conmover a un jurado, para ser el o la elegida, para tal privilegio. De este modo y valiéndose de su talento de poetisa, Sian hizo un sobrecogedor video que convencería a cualquiera, demostrando su amor por la vida y el universo. «Cuando supe que fui elegida, fue como ganarme el billete dorado de la fábrica de chocolates de Willy Wonka» (comenta entre risas).
«Los seres humanos venimos al mundo a explorar y observar, y así logramos aprender cosas increíbles antes desconocidas». Desde niña había soñado ser bombera y astronauta, y gracias a la inspiración de su padre, sabía que no debía abandonar sus sueños. «La vida está llena de esperanza y oportunidades. (…) Hace 4 años estaba en Arizona y pensaba que ya había enseñado por 25 años y tenía 50 años. Había vivido un año transformacional y en ese desorden surgió la creatividad y encontré una voz auténtica en mí. Si alguien me hubiera dicho que un año después viajaría al espacio, hubiera dicho que era una broma, y eso es una prueba de que todo es posible», sostiene Sian. «Todo vale la pena. A medida que uno avanza, siempre se abren nuevas oportunidades de vivir experiencias como esta. (…) A dos minutos del despegue, no tuve miedo, había llegado el momento que había esperado toda mi vida. Sentí la energía que nos impulsaba y diez minutos después estaba mirando el espacio desde la cápsula. Fue increíble».
Su encuentro con mentoras PROVOCA
Antes de su charla y conversatorio, la afamada astronauta quiso reunirse con dos mentoras de PROVOCA que dibujan y pintan en sus tiempos libres; Alejandra Rojas, astrofísica; y Tatiana López, estudiante de ingeniería civil aeroespacial y astronauta análoga -moderadora de la charla-, además de la artista urbana Silvana Zúñiga, también conocida como Animä Hop, invitada por PROVOCA al encuentro. En una reunión íntima llena de risas, las cuatro compartieron sus experiencias y su arte, como un aspecto que les permite expresar el amor que une a mujeres de todo el mundo en torno a la astronomía. «El Espacio es tuyo, es mío, es nuestro. Es una fuerza universal que nos une», aseguró la invitada internacional.
Sian valora profundamente el impacto que tienen las mentorías en la inspiración de las nuevas generaciones. Asegura que su primer mentor fue su padre, quien la animó a seguir sus sueños.
«Imagino cómo fue para quienes nacieron en 1940 y vivieron la segregación racial. Seguían creyendo en el sueño americano. A través de la educación se puede lograr cualquier cosa. Mis padres me inspiraron y hoy ya no están conmigo, no me vieron viajar al espacio, pero siguen conmigo». Y la vida le puso nuevos referentes para seguir inspirándola. «No conocí a otra mujer de color en la ciencia, durante mi educación desde el preescolar hasta mi doctorado. Era un desafío diario sentir que yo también era parte de ese lugar. Recuerdo que un día en la universidad, frente a mis dos profesores geólogos y mi única profesora de psicología cognitiva, dije que ya no podía más y que renunciaba. Mi profesora me apartó y me dijo: Eres mi estudiante y nos vamos a juntar cada semana. Ella fue mi primera mentora. Por eso les pido que busquen a quienes les inspire a dar lo mejor de sí y que crean en ustedes. Las mentorías son decisivas. Si puedes verlo, puedes serlo».
Entre risas, Sian cuenta que para un Halloween pudo ver niñas vestidas como ella. «Me siento afortunada de tener esta oportunidad de ser la primera mujer afroamericana en pilotear esta misión. Voy a usar este regalo para inspirar a otras», asegura.
«Justo, equitativo, diverso e inclusivo»
La astronauta destaca la generosidad de las iniciativas y empresas que hacen posible estos viajes y los accesos a oportunidades únicas como la que ella pudo disfrutar. Jared Isaacman pudo haber invitado a un grupo de amigos o a los mejores pilotos de combate, asegura Sian, pero decidió viajar con ciudadanos que no tendrían jamás la posibilidad de cumplir este sueño.
Inspiration4, para ella, se materializa en 4 conceptos: justicia, equidad, diversidad e inclusión. Si bien todos los viajeros tuvieron razones inspiradoras para ser los elegidos, lo cierto es que cualquiera podría haberlo hecho. Viajar al espacio es una de las acciones más peligrosas, pero todos los ganadores estaban dispuestos a correr ese riesgo a cambio de una experiencia inolvidable y única.
Dado que esta misión no aterrizaría, sino que daría vueltas en la órbita terrestre, la cápsula pudo ser modificada para tener vidrio y así disfrutar de las maravillas del espacio en primer plano. «Muchos pensarán: ¿para qué usar todo este dinero en la astronomía, si hace falta para resolver tantos problemas en la Tierra?. Lo cierto es que los problemas que se resuelven en el espacio, se pueden trasladar a nuestro planeta. Necesitamos probar tecnologías en situaciones extremas de temperatura, escasez de agua y energía, y así aprender para hacer de nuestro planeta un lugar más sostenible», precisa Proctor.
Al finalizar, Sian instó a las universidades a contribuir en este tipo de avances. «Chile tiene los cielos más oscuros y un paisaje diverso, y está en la punta alojando muchos de los más importantes observatorios del mundo, lo que lo ubica en un lugar privilegiado para simular nuevas exploraciones e investigaciones humanas, y para inspirar y poner a prueba el capital humano», concluyó.