Arturo Alba, académico de la Facultad de Ingeniería y Ciencias de la Universidad Adolfo Ibáñez.
En un segundo año de pandemia que exige cambios para acelerar la generación de valor sustentable en la minería, la industria encara desafíos centrados en la excelencia operacional, la seguridad de los trabajadores y activos, la gestión medioambiental y la relación con las comunidades, así como el desarrollo de nuevas fuentes de valor. Para abordar estos desafíos, la minería debe instalar en el centro de su quehacer a la innovación como capacidad central para la transformación del sector.
Esta transformación de la industria debe permitirnos avanzar desde una minería extractiva hacia una inteligente y verde, que no solo exporta minerales; también servicios, inteligencia, cuidado del medioambiente y relaciones justas y cercanas con sus comunidades.
La agenda país ya ha dado luces de este esfuerzo colaborativo hacia la innovación. Muestra de ello es la hoja de ruta 2.0 de la minería chilena, elaborada conjuntamente por el Ministerio de Minería, la Corporación Minería de Alta Ley, la Comisión de Productividad, Fundación Chile, Consejo Minero, y el Centro de Estudios del Cobre y la Minería (CESCO), entre otras. Esta visión de largo plazo nos invita a abordar los desafíos clave, en toda su cadena de valor, para mantener nuestro liderazgo a nivel mundial.
En exploración minera, estos desafíos se centran en una mejor información geológica y su modelamiento analítico, en el desarrollo de instrumentos que sigan fomentando la exploración minera y en la creación de infraestructura básica. En operaciones mineras y planificación, el foco permanente está en la reducción de costos y aumento de productividad, en el incremento de las reservas mineras, el cuidado por el medioambiente y la responsabilidad social, así como en la creciente seguridad y calidad en los espacios de trabajo.
Por otra parte, en concentración minera los retos están en la gestión de activos y su nivel de utilización, el consumo de energía y acero (chancado, molienda, flotación y concentración), uso eficiente y responsable del agua, gestión de impurezas y residuos, transporte y almacenamiento de minerales y nuevos métodos y tecnologías de concentración. En gestión de relaves, la creciente escasez de agua y espacio, la necesidad de asegurar la estabilidad física y química de los tranques o repositorios de relaves, así como el cambio de pasivos a activos ambientales, son ejes clave a trabajar.
En fundición y refinería, es relevante aumentar la eficiencia de los sistemas de fundición y refinería, reducir del impacto ambiental y mejorar las condiciones de trabajo. Por su parte, en hidrometalurgia, es necesario incrementar la productividad de sus procesos, así como la protección y responsabilidad social, aumentando los recursos y reservas de mineral. En tanto, en minería verde, son indispensables la sustentabilidad en el uso de la energía y el agua (un ecosistema crecientemente virtuoso, si pensamos en su relación con el hidrógeno verde), la necesidad de una mayor trazabilidad y métricas de valor, la reducción de gases así como de las emisiones liquidas y sólidas, y la necesidad de garantizar un ambiente saludable y seguro.
Esta singular oportunidad para transformar la minería en Chile a una minería “inteligente y sustentable”, requiere del abordaje de problemas complejos mediante un trabajo colaborativo e innovador. Sin embargo, las empresas mineras priorizan proyectos con duración no mayores a tres años, siendo en su mayoría innovaciones incrementales o transferencias tecnológicas, por sobre desarrollos complejos y quiebres tecnológicos que requieren ciclos más extensos e interacciones complejas, como pudimos constatar en el estudio realizado por la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI con Minnovex, como parte de la iniciativa www.colaboramineria.cl, que busca promover buenas prácticas de innovación en el sector y acciones para abordar las barreras que enfrenta el ecosistema minero.
Entre las etapas del proceso de innovación, identificamos la importancia de probar las nuevas ideas de solución, tecnologías y metodologías en espacios de pruebas operacionales reales o equivalentes a las que se encuentran en las operaciones mineras, con el objetivo de pilotear nuevas soluciones para el desarrollo, aprendizaje recursivo y posterior escalamiento de nuevas tecnologías que puedan ser transferidas a operaciones reales a nivel mundial. Por esta razón, se creó el Centro Integrado de Pilotaje de Tecnologías Mineras (CIPTEMIN) y la Universidad Adolfo Ibáñez comprometió su decidida participación en esta iniciativa y en la formación de nuevas capacidades para nuestros estudiantes y de un ecosistema de mediana minería en nuestras instalaciones de la Mina Chancón en la VI región.
En la misma línea, y con el fin de abordar las barreras a la innovación en minería, en 2018 se creó Expande, un programa de innovación abierta, de carácter público-privado, liderado por Fundación Chile y codiseñada con CORFO, Antofagasta Minerals, BHP, Codelco, Teck, Ministerio de Economía Fomento y Turismo, Ministerio de Minería y BID Lab. Este programa busca impulsar un ecosistema de innovación, desde y hacia la minería, que habilita la instalación de capacidades tecnológicas locales que conduzcan al desarrollo de una industria más sostenible, competitiva y global. Expande ha logrado activar y acelerar el surgimiento y desarrollo de varias decenas de empresas y startups en el sector, liberando una capacidad creciente de formación de proveedores de clase mundial para alcanzar los USD $4.000 de exportaciones en servicios de una minería inteligente que visionó Minería de Alta Ley para el año 2035.
Esta minería inteligente implica la utilización de tecnología avanzada para obtener una seguridad mejorada, costos operativos reducidos, una mejor productividad y un negocio sustentable. Las soluciones en este ámbito se están incorporando aceleradamente debido a los beneficios que brindan. Asimismo, la investigación relacionada a minería inteligente y sustentable es un tema de creciente interés en las instituciones, lo que se ve reflejado en el número de publicaciones realizadas en los últimos cinco años, destacando países como China, Australia y progresivamente Alemania, en minería 4.0.
Al respecto, destaca el acuerdo de colaboración entre la Facultad de Ingeniería y Ciencias UAI con el FIR RTWH Aachen, el Industry 4.0 Maturity Center y el Advanced Mining Technology de Aachen University, Alemania, para desarrollar el índice de madurez de la industria minera y facilitar el establecimiento de sus roadmaps de transformación.
Los principales catalizadores de este proceso transformacional de la industria minera subyacen en el urgente desarrollo, construcción y despliegue de capacidades tecnológicas y humanas. Una industria en sintonía con el motor económico y de innovación, y una academia inquieta y comprometida a cumplir un rol protagónico en este cambio.