Por Christian Guerra, Head of Data Science Rankmi
Sin duda la Inteligencia Artificial ha venido a revolucionar nuestra vida. Cada vez son más las herramientas desarrolladas bajo esta tecnología e, incluso, estando al alcance de cualquierpersona. Sin embargo, el mal uso de ésta puede significar un peligro para la sociedad, y es por eso que cada vez más países están regulando esta innovación para encauzar una utilización segura, confiable y que tome en cuenta los riesgos y oportunidades que conlleva.
Estados Unidos, Reino Unido e incluso México son algunas de las naciones que ya han empezado este camino, buscando acelerar el desarrollo de un marco normativo que establezca límites, y recientemente nuestro país se ha sumado a dicha lista. En mayo de este año, el Gobierno – encabezado por el Ministerio de Ciencia y Tecnología- presentó un proyecto que tiene por objetivo, principalmente, clasificar los sistemas de IA que presenten un riesgo inaceptable (que atenten contra la dignidad de las personas); un nivel de riesgo alto (perjuicios para la salud, la seguridad, los derechos fundamentales); un nivel de riesgo limitado (manipulación, engaño o error derivado de la interacción con personas) ; y ningún riesgo evidente (películas o canciones, según las preferencias de un usuario).
Además de evitar cualquier tipo de peligro, normar esta tecnología también es un impulso a la innovación responsable, promoviendo que su uso sea de manera ética y segura. Una legislación bien elaborada también es sinónimo de transparencia, equidad y también privacidad, protegiendo tanto a las empresas como a las personas en su vida personal como laboral.
Sin duda la irrupción de la IA en los últimos años nos ha hecho cambiar la forma en que nos relacionamos en todo aspecto. Es más, en los meses recientes, el debate se ha centrado en cómo se verán impactados los puestos de trabajo, producto de la automatización de ciertas funciones que no requieren del discernimiento humano.
No obstante, este temor no es algo nuevo; recordemos que a inicios del Siglo XIX ocurrió lo mismo con la Revolución Industrial.
Para esto es importante que aquellos actores que estamos involucrados, tanto en el desarrollo como en el uso de esta tecnología, nos pongamos a disposición para poder despejar dudas y también educar en la materia. Para eso, hemos estado participando en distintas mesas técnicas y encuentros junto a otros, para intercambiar experiencias y así aportar en una regulación que tiene por objetivo establecer estándares claros y coherentes, permitiendo un entorno más confiable para el desarrollo y la implementación de la IA.
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