Por: Magdalena Balcells, gerente general de ASIPLA, Asociación Gremial de Industriales del Plástico.
La industria del plástico -la misma que ha estado en el ojo del huracán por ser sindicada como la culpable de todos los males ambientales- se encuentra desde hace varios meses activamente ocupada liderando un Acuerdo de Producción Limpia inédito en su tipo, que busca asegurar la circularidad de los plásticos.
Es así como en 2020, la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático adjudicó a la Asociación Gremial de Industriales del Plástico, ASIPLA, la etapa de diagnóstico para un APL que acelerará la instalación de la Economía Circular en Chile, potenciando la incorporación de resinas plásticas recicladas en actuales y nuevas aplicaciones, distintas a envases y embalajes primarios.
Esta iniciativa surge como complemento del Decreto de Envases y Embalajes de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (también conocida como Ley REP), que entró en vigor en marzo de este año y que tiene como fin impulsar la gestión de residuos, por consiguiente, supondrá un aumento considerable en la oferta de resinas plásticas recicladas.
Asimismo, este APL tiene un carácter multisectorial, pues busca hacerse cargo de generar sinergias entre las industrias y cerrar el círculo para asegurar la incorporación de resinas recicladas en aplicaciones destinadas a sectores de gran demanda de plástico, como la construcción, minería, agricultura y pesca.
Para avanzar en la implementación del APL, ASIPLA y la consultora CyV Medioambiente desarrollaron un diagnóstico sectorial del mercado del reciclaje de plásticos en Chile, que arrojó, entre sus principales conclusiones, que existe voluntad y capacidad técnica para aumentar el porcentaje de resinas plásticas recicladas que hoy se utiliza en la fabricación de aplicaciones distintas a envases primarios. Es más, una encuesta realizada a empresas transformadoras y recicladoras de plástico evidenció que más del 70% de ellas ve factible aumentar el porcentaje de resinas recicladas en sus productos, considerando que siempre existen algunas limitaciones (normativas y/o técnicas).
Asimismo, entre los avances identificados en este diagnóstico, destacó que sobre el 50% de los transformadores encuestados señaló que utiliza tanto resina virgen como reciclada en sus procesos, dando prioridad al uso de mermas y luego a resinas recicladas de origen industrial. En este último caso, también se reafirmó la preferencia en el uso de resinas recicladas a nivel nacional, en desmedro de la importada.
Por el lado de las brechas, en la encuesta se evidenciaron diferencias de calidad significativas entre resinas recicladas posconsumo domiciliario y no domiciliario o industrial, principalmente por problemas de contaminación. Esto, a su vez, da origen a una percepción negativa y generalizada con respecto a la idoneidad de las resinas recicladas como potencial reemplazo de materia prima virgen, lo que se suma a la escasa existencia de normativa sobre el uso de material reciclado en distintas aplicaciones.
La escasez en el mercado de estándares de calidad y trazabilidad de las resinas plásticas recicladas derivó en que la propuesta de metas y acciones del APL de ASIPLA centrara sus dos líneas principales en generar información base sobre el origen y caracterización de la materia prima reciclada, a través de registros y reportes semestrales de las empresas transformadoras y recicladoras de plástico a ASIPLA; y la implementación de estándares y protocolos de calidad de las resinas plásticas recicladas y su trazabilidad.
Esto último conllevará que las empresas transformadoras que adhieran a este APL se comprometerán a incorporar al menos un 20% de resina secundaria en su línea de productos fabricados con material 100% virgen y/o lo incrementarán en aquellos que ya la incorporan, además del desarrollo de una ecoetiqueta que informará del contenido de material reciclado en cada producto.
Con este APL -que complementará la aplicación del Decreto de Envases y Embalajes de la Ley REP y se suma a otras iniciativas que van en la misma dirección, como el Pacto Chileno de los Plásticos, la Hoja de Ruta de Economía Circular al 2040 y el APL de Ecoetiquetado de Envases y Embalajes- queremos romper el paradigma de que las resinas plásticas recicladas son de menor calidad que las vírgenes. Es imperativo que avancemos, de manera integrada y multisectorial, en la reincorporación de materias primas a nuestros sistemas productivos y este APL busca ser precisamente el motor para que eso suceda con el plástico, un material intrínsecamente circular.