Este fenómeno ocurre cuando el contenido del estómago regresa al esófago, causando acidez y malestar.
Según la Dra. Cecilia Abuauad, gastroenteróloga de Clínica Colonial, el reflujo gastroesofágico tiene lugar cuando el contenido ácido del estómago retorna al esófago.
La especialista explica que lo anterior ocurre debido a una relajación inapropiada del esfínter esofágico inferior. Este fenómeno, agrega, puede provocar síntomas molestos y, si no se trata, derivar en complicaciones.
Respecto a los síntomas señala que los principales corresponden a acidez estomacal o pirosis (sensación de ardor en el pecho); regurgitación (retorno de alimentos o líquidos ácidos a la boca); dolor en el pecho que puede confundirse con problemas cardíacos; náuseas y vómitos; y dificultad para tragar.
Diagnóstico
Para diagnosticar el reflujo, comenta que los especialistas en gastroenterología pueden emplear diversos métodos que ayudan a determinar la gravedad del reflujo y a planificar el tratamiento más adecuado.
Una de esas pruebas es la Endoscopía digestiva alta, la cual permite visualizar el esófago y detectar daños en la mucosa esofágica.
También está el Monitoreo del pH esofágico, que mide la cantidad de ácido en el esófago durante 24 horas para identificar episodios de reflujo.
Una tercera opción es la Manometría esofágica, que evalúa la función motora del esófago y la competencia del esfínter esofágico inferior.
Tratamientos
En este ámbito, el manejo del reflujo puede incluir diferentes tratamientos como cambios en el estilo de vida, elevar la cabecera de la cama unos 20-25 centímetros, evitar comidas copiosas y no acostarse hasta dos horas después de comer, y reducir o eliminar el consumo de alimentos y bebidas que desencadenan síntomas, tales como café, alcohol, alimentos picantes y grasos.
También puede considerar el uso de medicamentos, como inhibidores de la bomba de protones (IBP) y bloqueadores H2 para reducir la producción de ácido gástrico, así como el consumo de antiácidos para neutralizar el ácido estomacal.
En aquellos casos donde el tratamiento médico no es efectivo o existen complicaciones, se puede considerar una cirugía para reforzar el esfínter esofágico inferior y prevenir el reflujo.
“Es esencial consultar con un gastroenterólogo para determinar el tratamiento más adecuado, según la condición individual de cada paciente”, asevera la especialista de Clínica Colonial.
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