Gracias al trabajo multi e interdisciplinario se mostró que es posible medir “el estado de salud” de nuestras aguas costeras para lograr dilucidar los cambios futuros dentro de la crisis climática mundial.
Los investigadores Dr. Rodrigo Torres, coordinador de la línea de ecosistemas acuáticos y Emilio Alarcón, biólogo marino del Centro de Investigación en Ecosistemas de la Patagonia (CIEP), navegaron tomando muestras por casi todo Chile, para evaluar el grado de acidez del agua de mar (pH) y monitorear las concentraciones del gas CO2 de las costas chilenas, entre otros muchos factores que los diferentes especialistas estudiarán.
Por primera vez en Chile se unieron diferentes centros de investigación junto a la Fundación Tara Océan, con el apoyo del Ministerio de Ciencia y la Embajada francesa, formando el consorcio de investigación Ceodós Chile, de la que son parte el Centro de Modelamiento Matemático, Centro Mast, Centro de Investigación de Clima y Resilencia CR2, Centro de Regulación del Genóma, Copas Sur Austral, Centro Ideal, Incar, Centro en Ecosistemas de la Patagonia, Inria, CNRS, Departamento de Oceanografía de la Universidad de Concepción y Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, demostrando un gran esfuerzo de colaboración interdisciplinaria único en la historia oceanográfica del país.
Particularmente, los investigadores residentes en la región de Aysén debieron gestionar el traslado y embarque de materiales científicos a lo largo de toda la costa de Chile, desde Punta Arenas hasta Iquique. Junto a esto, a bordo de la embarcación, fueron jefes de expedición en los tramos Punta Arenas-Puerto Montt, Puerto Montt-Concepción y Valparaíso-Iquique. Emilio Alarcón, un joven investigador, pero con gran experiencia en embarcaciones científicas relata en qué consistió su trabajo en el velero científico Tara. “Mi misión a bordo era coordinar y tomar decisiones al momento de realizar las estaciones oceanográficas, recolectando muestras de agua y/o microorganismos y desplegando equipos autónomos de medición (ej. Boyas argo). En paralelo, iba encargado del funcionamiento de los sistemas de medición del grado de acidez (pH del agua de mar) y de la concentración de CO2 (gas de efecto invernadero) en las aguas costeras frente a Chile”.
Para Emilio es de gran importancia lo que la Misión Ceodós ha logrado, destacando “la reunión de estos centros de excelencia con la fundación Tara Océan, a mi parecer, es una excelente plataforma y un modelo a seguir para poder llevar a cabo estudios oceanográficos complejos. Chile posee el equipo humano y profesional para realizarlos, pero muchas veces limitados en espacio y tiempo, por falta de recursos económicos y plataformas de investigación a lo largo de toda su costa”. Resaltando el hecho que este trabajo multi e interdisciplinario mostró que es posible medir el estado de salud de nuestras aguas costeras para lograr dilucidar los cambios futuros dentro de la crisis climática mundial.
Durante esta inédita expedición, se recolectaron muestras para medir más de 15 parámetros oceanográficos de interés mundial, en el que grupos nacionales e internacionales estarán a cargo de analizar las condiciones físico-químicas desde la superficie hasta más de 1.000 m de profundidad, donde la batimetría lo permitía. Muestras tomadas desde la superficie hasta los 500 metros de profundidad se estudiarán para cuantificar, entre otra variables, la concentración de gases de efecto invernadero, metales trazas, microplásticos, así como la distribución y abundancia del plancton marino, desde virus hasta larvas de peces, en estaciones en paralelo y transversal a la costa chilena.
Valiosa medición y alcances
Posterior a la navegación, los materiales científicos y muestras recolectadas para los grupos de investigación chilenos fueron entregados por Alarcón en Universidades o Centros de Investigación en las ciudades de Coquimbo, Valparaíso, Concepción, Valdivia y Coyhaique, recorriendo más de 3.000 km, repartiendo muestras y equipos científicos a los distintos grupos de investigación del consorcio Ceodós-Chile.
En laboratorio de CIEP, los investigadores medirán la capacidad buffer o capacidad de amortiguación de las aguas marinas costeras a elementos acídicos. Con todas estas mediciones se podrá evaluar el flujo de CO2 entre la atmósfera y la superficie del mar costero, así como los eventuales cambios que puedan tener nuestras costas en torno a este gas de efecto invernadero. Por otro lado, se podrá evaluar las condiciones actuales de nuestras costas, en el contexto de la acidificación de los océanos debido al incremento del CO2 de origen humano en la atmósfera.
Cabe recordar, que el incremento de acidez del agua de mar y la disminución de elementos necesarios para la construcción y/o mantención esqueletos calcáreos de corales, crustáceos y moluscos, puede ser muy perjudicial para organismos, poblaciones y comunidades enteras.
Entre el Dr. Rodrigo Torres y Emilio Alarcón estuvieron apoyando la expedición científica desde el momento en que Tara llegó a Chile hasta que abandonó el País. “Fueron casi tres meses que estuvimos a bordo, trabajando para que esta primera expedición de Tara Océan en Chile fuera todo un éxito. No sólo a bordo, sino que en tierra también estuvimos activos como parte del grupo de investigación en apoyo a la Dra. Camila Fernández (co-coordinadora de CEODOS-Chile), preocupados de la gestión de materiales y equipos científicos necesarios para la ejecución de esta inédita expedición. Y en mi opinión, fue todo un éxito”, concluyó el biólogo marino.
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