El estratovolcán Villarrica manifestó un aumento de la actividad y sismicidad, por esta razón, Sernageomin aumentó la zona de exclusión alrededor del cráter a ocho kilómetros. Volcanólogos de Ckelar Volcanes aseguran que esta etapa de mayor inestabilidad forma parte del comportamiento habitual de este inquieto macizo del sur de nuestro país.
Se estima que el volcán Villarrica comenzó su actividad hace unos 600 mil años, sin embargo, en estos últimos 100, ha mostrado una actividad volcánica permanente que lo convierte en uno de los volcanes con mayor registro eruptivo de Sudamérica. Hoy se encuentra nuevamente en la palestra pues el organismo oficial de vigilancia volcánica de Chile, Sernageomin, acaba de decretar Alerta Naranja por aumento de su actividad volcánica.
“El volcán Villarrica está ubicado en uno de los segmentos volcánicos llamado Andes del Sur, que ha sido uno de los más productivos en los últimos cientos de años a nivel mundial, por lo tanto, esta etapa de mayor inestabilidad es algo esperado en el comportamiento habitual de un volcán como el Villarrica”, asegura el doctor Daniel Díaz, investigador principal del Instituto Milenio de Investigación en Riesgo Volcánico – Ckelar Volcanes y académico del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile.
El doctor Felipe Aguilera, director de Ckelar Volcanes y académico de Geología de la UCN, complementa, que en estos últimos días el Villarrica está teniendo un incremento en la cantidad de sismos por día más intensos y asociado a movimiento de fluidos al interior del volcán. “Lo que estamos viendo es parte de la actividad normal de un volcán tan activo como éste, ya que estos mismos episodios han ocurrido de forma reiterada a partir de octubre de 2022 y se han sumado otros este año”, asegura.
Alerta Naranja
Debido a esta etapa de mayor inestabilidad, Sernageomin decretó Alerta Naranja que aumenta el radio de exclusión alrededor del cráter del Villarrica a ocho kilómetros. Eso significa, dice el volcanólogo Felipe Aguilera, que debieron ser evacuadas personas que viven al interior de ese radio, en sectores más bien rurales, para resguardar su seguridad frente a una posible erupción. Pero no afecta particularmente al turismo en zonas como Pucón y Villarrica”.
Las alertas volcánicas, explica Daniel Díaz, que son esta especie de semáforo de volcanes, alertan a la población de posibles cambios en la actividad de un volcán. “En el caso del Villarrica, que pasó a Alerta Naranja –un estadio intermedio entre el Amarillo y el Rojo– implica que efectivamente hay un cambio de comportamiento del volcán que podría desencadenar o no en una erupción. Por lo tanto, esta alerta le dice a la población aledaña que existe una probabilidad importante de que esta actividad volcánica aumente y debemos estar alertas”.
De desencadenarse una posible erupción del Villarrica, coinciden los expertos, lo que ocurriría de acuerdo al comportamiento histórico que ha tenido el volcán en los últimos 500 años, es que serían efusivas y moderadamente explosivas. “Las erupciones efusivas son principalmente lava que es expulsada del cráter con casi nada de cenizas, mientras que las explosivas en cambio, produce una gran columna de cenizas hacia la atmósfera y explosiones de material volcánico”, dice Daniel Díaz.
Peligros del Villarrica
En 2015, recuerda el doctor Aguilera, ocurrió un evento eruptivo explosivo breve en el Villarrica, con una fuente de lava saliendo a la superficie con una altura considerable (de casi dos kilómetros), y con mucha violencia. Algo similar podría volver a ocurrir ahora, pero es muy difícil anticipar cómo podría manifestarse una erupción volcánica, porque incluyen además, otros factores. “A partir de ese año la actividad sísmica del Villarrica ha sido constantemente alta, lo que dificulta aún más un posible pronóstico”, advierte el experto.
Con respecto los peligros más recurrentes en la historia reciente de volcán Villarrica, han sido los lahares, especie de avalanchas que bajan por las laderas de los volcanes, y que ha sido una de las principales causas de muerte. De acuerdo a los volcanólogo, estos se forman al entrar en contacto el material muy caliente que sale del cráter de un volcán (lava), derritiendo los glaciares, y formando una masa de agua, barro, que arrastra rocas árboles ladera abajo. A esto suma caída de proyectiles balísticos (rocas de diferente tamaño expulsados con fuerza del volcán), más flujos de lava que se pueden encauzar por valles y quebradas cercanas al cráter.
Crédito foto: Andrés Cortés – Ckelar Volcanes