La aparición de la primera pandemia del Siglo XXI ha cambiado drásticamente la hoja de ruta en la expansión de multitud de empresas de Chile. El impacto mundial de la crisis ha puesto de manifiesto que sólo una fuerte internacionalización y un adecuado dimensionamiento empresarial permite diversificar suficientemente los costes y beneficios en situaciones de colapso económico.
Es por ello que mucha empresas chilenas han puesto encima de la mesa (o retomado) proyectos de internacionalización en zonas distantes, buscando aportar equilibrio a su negocio diversificando las áreas de influencia en las que se desarrolla su actividad.
Debido a la nueva potencia económica asumida por China, el este asiático es una de las zonas más deseadas. Además el fuerte movimiento inversor de China en Chile facilita ese salto. Sin embargo el mercado asiático es tremendamente complejo y diferente al peruano, por lo que la planificación de una expansión es compleja y requiere de un auténtico cambio de mentalidad empresarial en la compañía.
Por otro lado la entrada (o el fortalecimiento de posiciones) en Europa vuelve a estar encima de la mesa de muchos directivos en Chile.
Consultando con Jesús P. López Pelaz, director del Bufete Abogado Amigo, despacho especialista en asesoramiento a empresas en España, nos confirma que “la expansión de negocios hacia Europa está sufriendo un evidente incremento en los últimos meses. La ampliación de mercados en Europa ofrece evidentes ventajas frente a otras zonas del planeta: es un entorno de alta estabilidad jurídica y económica, es un mercado muy amplio tomando la referencia de la Unión Europea y el establecimiento de delegaciones o empresas filiales en España ofrece importantes ventajas culturales frente a la expansión en otros países (lengua, cultura, tratados bilaterales…). Por ello Europa en general y España en particular es el destino dorado de las empresas en crecimiento chilenas después de la pandemia”.
Además muchas empresas valoran que la expansión en Europa ofrece un fortalecimiento de sus negocios a nivel global, sirviendo de trampolín para la conquista de mercados con regulaciones análogas o inspiradas en la europea debido a su zona de influencia. Es por ello que trabajar en Europa abre muchas más puertas que las puertas europeas y es una pieza clave en el proceso de expansión territorial de cualquier modelo de negocio.
Actualmente, en el ámbito de las nuevas tecnologías, el mercado europeo presenta requisitos y exigencias en materia de privacidad mucho más profundas que las que se dan en el mercado estadounidense, por lo que el desarrollo de productos digitales europeos permite su integración en multitud de mercados con regulaciones más laxas.
La planificación de la expansión internacional de la empresa pasa igualmente por un adecuado asesoramiento por abogados penalistas especialistas en Derecho Penal Mercantil, de forma que los directivos encargados de encabezar y liderar el proyecto tengan plena seguridad en el cumplimiento normativo exigido para evitar responsabilidades propias y de la empresa matriz en Chile.
De esta forma la internacionalización ofrece una balanza de diversificación en las fuentes de beneficios que permiten responder de forma más flexible y madura a situación de contracción brusca del mercado como los vividos durante la pandemia.
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