En estos meses, la temperatura comienza a disminuir y los diferentes cultivos van necesitando cada vez menos riego que en el verano. Este es un buen momento para realizar un chequeo más exhaustivo de los equipos de riego y ocuparse de las mantenciones más importantes.
Un agricultor podría ahorrar entre un 15 y 40% de agua sin disminuir los rendimientos, considerando una eficiencia de riego promedio.
Para Kurt Neuling, gerente del Programa de Fruticultura Sustentable de la Región de Valparaíso, de Corfo, “mantener, operar y programar el riego es uno de los caminos hacia la sustentabilidad, sumado a un trabajo colaborativo”, entidad que junto a la Comisión nacional de Riego y el INIA La Cruz se unieron para capacitar a los encargados de campo y contribuir a paliar los efectos de la crisis, dando prioridad a la entrega de conocimiento. Se realizaron dos eventos en los meses de abril y mayo de 2022, siendo una oportunidad necesaria para los fruticultores de actualizar sus conocimientos.
Los especialistas Rodrigo Candia, ingeniero agrónomo INIA La Cruz y Raúl Ferreyra, consultor privado abordaron estos temas en un momento en que sabemos el difícil panorama que enfrenta la región de Valparaíso y otras zonas del país producto de la escasez hídrica.
La mantención y operación de los equipos de riego es una práctica clave en el manejo y uso eficiente del agua de riego intrapredial. Operar y mantener los equipos de manera adecuada permite mantener el sistema funcionando para el óptimo que fue diseñado durante más tiempo. En un escenario de cambio climático, el especialista asegura que esta crisis hídrica también trae aparejado una crisis energética. Aseguran los expertos, “no sólo se va a generar una ineficiencia hídrica sino una ineficiencia energética que va a impactar directamente en el bolsillo del productor, porque no solo va a gastar más dinero en electricidad sino además va a ocupar más recursos en la operación”.
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Rodrigo Candia Antich, investigador del Instituto de Investigaciones Agropecuarias, INIA La Cruz asegura que el buen uso del sistema de riego y todos sus componentes es fundamental. “Si se hace una mantención adecuada y a tiempo de los distintos componentes de un equipo de riego, se puede mantener la eficiencia de aplicación teórica que puede llegar a ser de un 90%, y solamente un 10% del agua que apliquemos se va a perder”. En otras palabras, precisó, “al hacer las mantenciones, el sistema de riego se mantiene operando en su condición óptima de diseño, disminuyendo las pérdidas de agua. Pero, si no se realizan estas mantenciones, el equipo empieza a funcionar de la mala forma y podemos bajar a un 60%”.
De otra manera, asegura el experto, “la bomba empieza a trabajar fuera de punto, comienzan las filtraciones y una serie de otros problemas que se agravan en la medida que pasan muchos años sin realizar una mantención de los equipos, principalmente de la bomba”. Precisa que en el caso de las bombas que no se realicen sus mantenciones periódicas, luego de 5 ó 6 años de uso hay que realizar mantenciones muy profundas, llegando a tener que reemplazar sus componentes o incluso la bomba completa. “El valor de estas mantenciones puede llegar a ser seis veces más caro cuando no se realizan a tiempo. Por lo tanto, podemos tener un equipo de alta inversión. Si somos responsables con las mantenciones somos más eficientes en la unidad productiva”.
Destaca que las mantenciones más importantes vienen durante estos meses que comienza a disminuir la temporada de riego. Dentro de éstas, destaca el retiro y mantención de la bomba, vaciar los acumuladores, limpiar los desarenadores y decantadores, principalmente de sedimentos que se hayan acumulado durante la temporada. Revisar los parámetros de presión y caudal, la parte eléctrica del sistema de riego, que no tenga problemas de sulfatación, que las conexiones estén bien hechas, que no haya cortes de cable. En el caso de filtros de cuarzo, retirar la arena y limpiarla con ácido fosfórico o nítrico para evitar cementaciones dentro del filtro que puedan afectar su funcionamiento.
Raúl Ferreyra, especialista en riego, entregó algunas opciones para ser eficaz en el uso del agua y alcanzar los potenciales productivos sin afectar rendimiento. Dentro de estos aspectos destacó la necesidad de realizar ajustes de superficie en base a la cantidad de agua disponible, así como disminuir la evaporación y según cada requerimiento, realizar riegos más distanciados sin afectar rendimiento y dependiendo el estado fenológico de la planta.
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El especialista precisó que disminuir la cantidad de agua en algunos períodos fenológicos sin afectar el rendimiento y la planta es algo posible, pero para situaciones puntuales y durante una temporada acotada. “No sirve para programar el riego ya que a la larga vamos a tener disminución de la reserva de agua”.
Además, explicó que el uso de mulch disminuye las pérdidas por evaporación mientras que el riego frecuente tiene mayores pérdidas por evaporación. Se puede ahorrar un 26% de agua por evaporación en condiciones adecuadas. “Regar lo más distanciado posible. En la medida que podamos distanciarnos en el riego vamos a disminuir las pérdidas por evaporación”.
También dijo que si se quiere disminuir la evaporación se debe revisar que las raíces estén profundas. “El desarrollo del sistema radicular es fundamental y lleva a tener requerimiento de agua mayores. Las pérdidas de evaporación son más altas en nogales y se pueden disminuir en un 10%”.
Dadas las condiciones actuales, lo ideal es ir hacia goteo. Afirmó que en Petorca muchos huertos de palto con sistemas de microaspersión se cambiaron a riego por goteo ya que, entre otras ventajas, permite el uso de mulch. “Los cambios son significativos, el uso de mulch de preferencia blanco ayuda a evitar que se pierda agua por evaporación”. Comentó que existen zonas donde en pleno verano el mulch llegó a aumentar la temperatura del suelo. Por eso, precisó, “hay que tener ojo con las temperaturas del suelo. Las raíces se pueden ver beneficiadas o perjudicadas. El mulch no conviene en zonas de alta temperatura”.
Esta capacitación fue parte del convenio INIA/CNR “Aumento de la productividad del uso del agua mediante el fortalecimiento de la capacitación, extensión, y transferencia tecnológica a beneficiarios de proyectos de riego.
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