Recientemente la Organización de las Naciones Unidas lanzó la alerta de que el cambio climático está sucediendo más rápido de lo que esperábamos, prueba de esto es que algunas predicciones hechas para el año 2080 ya son una realidad en nuestros días.
Esto significa al mismo tiempo, que el impacto que generamos en el planeta es mucho mayor de lo que pensábamos, hemos utilizado de forma irresponsable los recursos a nuestra disposición y no hay forma de negarlo, por suerte aún estamos a tiempo de hacer algo y la tecnología del autoconsumo puede sernos de gran ayuda.
En términos generales el autoconsumo se entiende como la capacidad para la producción individual de energía, por lo tanto esta se genera en el mismo espacio donde se consume utilizando fuentes naturales, principalmente renovables siendo la más utilizada la radiación solar, gracias a su fácil acceso desde prácticamente cualquier parte del mundo
El proceso de conversión de la energía electromagnética del sol a eléctrica se considera como un tipo de energía limpia, pues no genera desechos contaminantes, además de que su uso en distintas partes del mundo ha permitido a su usuarios reducir el costo de sus facturas de luz e incluso volverse independientes de las compañías energéticas. Los componentes principales de estos sistemas son los siguientes:
- Soporte: Necesitamos que sean estructuras fuertes, que puedan soportar sin problema la exposición prolongada a la intemperie, esto es algo de vital importancia ya que los paneles son colocados en posiciones estratégicas para optimizar su funcionamiento, por lo que si estos se llegaran a mover se vería afectado el rendimiento de todo el sistema.
- Paneles solares: Son el elemento encargado de convertir la luz solar en energía eléctrica, esto es posible gracias a que ciertos elementos químicos tienen la propiedad de la generación fotovoltaica, esto quiere decir que son capaces de generar una corriente eléctrica al ser expuestos a la radiación del sol, ya que liberan electrones los cuales son canalizados para crear el flujo eléctrico que se utilizara.
- Regulador de carga: Su uso se centra principalmente en regular el flujo de energía entre las baterías y los paneles, de esta forma se puede evitar que las primeras se sobrecarguen o por el contrario se queden completamente sin carga, así es posible alargar la vida de todo el sistema y proporcionar un flujo continuo e ininterrumpido.
- Baterías para paneles solares: Un elemento indispensable para poder almacenar la electricidad, sin ellas toda la energía que se genere tendría que usarse de forma inmediata, por lo que durante la noche no contaríamos con electricidad, o incluso en días nublados cuando el rendimiento de las placas es menor.
Estos son los elementos básicos pero existen otros secundarios como los medidores bidireccionales, los cuales son de gran utilidad en caso de que la vivienda se mantenga conectada a una empresa suministradora de energía, de esta forma en caso de fallas o si el sistema no tiene la capacidad suficiente se podrá tener aún un flujo eléctrico secundario, además en el caso de que sea posible generar excedentes estos pueden ser vendidos a las misma compañías distribuidoras, convirtiéndose en un ingreso pasivo para las personas.
Sin embargo, construir sistemas fotovoltaicos e instalarlos por todas partes no es la solución para el problema, pues antes debemos cambiar nuestra mentalidad hacia una más responsable y no consumir de forma desmedida, pues si continuamos de la misma manera incluso las ahora consideradas como energías limpias podrían convertirse en un problema para el planeta en el futuro.
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