Las necesidades de la minería no cambian: eficiencia operacional, seguridad de las personas y activos y operar de forma sustentable. Sin embargo, con la irrupción de la tecnología y, particularmente en los últimos dos años, la industria vive tiempos de transformación.
Según el informe titulado ‘2023, el futuro cercano de la minería’, elaborado por BDO Global, el sector buscará enfrentarse al riesgo cibernético; maximizar los recursos financieros y de talento; apostar por las energías renovables; e implementar soluciones de Internet de las Cosas o IoT.
Además de los sistemas involucrados que se están volviendo más inteligentes, existe un crecimiento exponencial de la sensorización en la industria minera a través del IoT. De hecho, un reciente estudio señala que el 70% de las 100 compañías mineras más grandes del mundo plantea que IoT y la interconexión digital de sus procesos productivos, es el elemento que entrega las herramientas para enfrentar los nuevos escenarios, explica Renato Quiroz, Gerente Comercial Minería e Industria de CoasinLogicalis.
La minería sigue un curso que promete no solo extraer el mineral, sino también aprovechar la data que se genera para transformarla en información de negocio para tomar decisiones con un rango de error históricamente menor. Para ello, las redes de comunicación inalámbrica son fundamentales.
Estas redes con características de alta capacidad y baja latencia nos permitirán en el futuro apalancar este tipo de desafíos al interior de las faenas mineras, detalla Quiroz.
Viabilidad: el factor clave para la inversión
La tecnología ha permitido potenciar el ciclo completo de la minería que va desde la extracción del agua y del mineral hasta las personas que participan en la operación.
“Muchas empresas están entendiendo que la implementación de soluciones permite eficientar y gestionar labores de mayor complejidad. Hoy hay más dispositivos, sensores, redes y conectividad que están transformándose en casos de éxito y, por lo tanto, consolidando un camino a seguir para el resto”, expresa el ejecutivo.
Con una mayor captura, acceso, procesamiento y consiguiente administración de los datos, la información recolectada permitirá tener un mayor control y predicción sobre el comportamiento de la faena, poniendo especial énfasis en las personas, optimización de los recursos y una disminución del impacto ambiental.
“La reticencia está disminuyendo. Hoy existen más proyectos rentables y exitosos. De hecho, más compañías están buscando asesorarse para migrar a la nube, por ejemplo. Creemos que de aquí al 2024 tendremos una industria mucho más digital, basada en los datos, más cibersegura y sustentable”, sentencia Renato Quiroz.
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