Tanto mujeres como hombres pueden padecerlas, sin embargo, las mujeres son más propensas. La proporción de casos en mujeres sobre hombres es de 4 a 1 y pueden aparecer tanto en brazos como piernas, siendo estas últimas donde se manifiestan con mayor frecuencia.
Este 07 de abril se celebró un nuevo Día Mundial de la Salud, que la reconoce como un derecho básico y universal para todas las personas. Esta fecha, es también una importante instancia para poner en discusión aquellas enfermedades de las que poco se habla y se desconocen por falta de información, a pesar de ser más frecuentes de los que pensamos, como por ejemplo, las venas varicosas o mayormente conocidas como várices.
Las várices, son la dilatación permanente de las venas superficiales de las piernas y ocurren como consecuencia del mal funcionamiento de las válvulas que normalmente se encuentran en estas venas y se asocian a una debilidad intrínseca en la pared venosa. Alrededor del 60% de la población mundial padece de algún tipo de várices en extremidades inferiores.
Sobre sus causas, el 90% de los casos son de origen hereditario y muy rara vez como consecuencia de otras enfermedades. Cuando en una familia existen antecedentes de várices, hay predisposición genética a desarrollarlas, convirtiéndose en un factor muy importante en la incidencia. Si bien las várices se pueden eliminar a través de cirugías, es muy factible que vuelvan a aparecer, en especial, si no se usan pantys o calcetines con compresión adecuada.
“Hoy en día existen varios tratamientos para combatirlas, como cirugías, por ejemplo. Pero recomendamos el uso de pantys o calcetines con compresión, ya que estos ayudan al correcto funcionamiento del retorno venoso, previniendo su aparición o que sigan aumentando”, asegura Javiera Cruz, Brand Mánager de Grupo Chic S.A.
¿Cuáles son los síntomas que deberían darnos una alerta?
– Una o más venas abultadas y azuladas
– Sensación de pesadez en los pies y piernas
– Hinchazón de las piernas
– Picazón alrededor de las venas
– Cambio en el color de la piel
– Dolor en las piernas
– Calambres nocturnos
Las várices, así como muchas otras enfermedades y padecimientos, pueden prevenirse gracias a la incorporación de hábitos saludables en nuestra vida diaria, así como también con otro tipo de acciones complementarias. Para ello, se recomienda:
I. El uso diario de pantys o calcetines con compresión graduada (11 a 14 mmHg): ayudan al retorno venoso
II. Pararse bien derechos: la buena postura ayuda a disminuir la presión en las venas
III. Mantener el peso ideal del cuerpo: el sobrepeso causa que todo el sistema de circulación funcione con mayor dificultad, lo que aumenta la presión interna de las venas de las piernas
IV. No cruzar las piernas al sentarse: cruzar las piernas disminuye el flujo ascendente de la sangre que regresa al corazón y disminuye la presión del interior de las venas de las piernas
V. Hacer ejercicio con regularidad
VI. Evitar estar de pie por un largo periodo de tiempo: si esto no se puede evitar, se recomienda el uso de medias o calcetines con compresión graduada para facilitar el retorno venoso
VII. Evitar tacos altos
VIII. Evitar las pastillas con alto nivel de estrógeno: estas reducen la habilidad de cierre de las válvulas.
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