Dr. Gustavo Bresky, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), comentó que los especialistas están preocupados por los altos índices de diagnóstico y muertes por estos tipos de cánceres. El mensaje es a modificar el estilo de vida y la alimentación, así como buscar de forma proactiva lesiones precancerosas a partir de los 40 años.
Como cada 29 de mayo, se conmemora el Día Mundial de la Salud Digestiva, y en Chile el énfasis está en la prevención y diagnósticos de aquellos cánceres digestivos con mayor prevalencia y mortalidad: cánceres de estómago, vesícula y colon. El Dr. Gustavo Bresky, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), enfatiza la urgente necesidad de modificar los hábitos alimenticios consumiendo menos grasas y azúcares refinadas, bajando el consumo de tabaco y alcohol, junto con aumentar la actividad física y realizar exámenes preventivos como endoscopías, colonoscopías y sangre en deposiciones, a partir de los 40 y 50 años.
En los últimos años y tras las prioridades sanitarias que supuso la pandemia, muchos pacientes postergaron sus exámenes de prevención de ciertas patologías digestivas. Hoy, los especialistas observan con preocupación el aumento no solo en el número de casos nuevos, sino también en la mortalidad de este tipo de cánceres digestivos. «Son cánceres de alto impacto en la salud chilena, ya que somos uno de los países con mayor mortalidad en cáncer de vesícula, especialmente en mujeres; en el cáncer de colon, en los 20 años es sorprendente el aumento del número de casos y muertes, y el cáncer gástrico si bien se ha estabilizado en su mortalidad, seguimos figurando entre los líderes del ranking mundial», precisa el Dr. Bresky.
Para detener o revertir estas cifras, el especialista aconseja a los pacientes tener una actitud preventiva y para ellos educar la responsabilidad para propender en la búsqueda temprana de lesiones pre-cancerígenas, ya que en su mayoría, son enfermedades silenciosas, sin síntomas. De este modo, en opinión de Bresky, sus tratamientos serán menos invasivos y mutilantes.
Sin duda, Chile está entre los países con peores indicadores de obesidad y sedentarismo, situación que contribuye al desarrollo de este tipo de enfermedades. A ellos se suma una alimentación baja en fibra, alta en grasas y azúcares refinadas, así como el consumo de alcohol y tabaco.
«En el caso del cáncer de vesícula, la existencia de cálculos en vesícula aumenta el riesgo. Extraerla a tiempo, sobre todo en casos de mujeres, podría mejorar los indicadores. Esta enfermedad está muy asociada a obesidad y sobrepeso, así como a la etnia mapuche, que evidencia una mayor predisposición a desarrollar este cáncer. En este sentido, lo aconsejable es realizar una ecografía abdominal a los 40 años y buscar cálculos», sostiene el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Gastroenterología.
En cuanto al cáncer gástrico, el énfasis está en detectar y erradicar la infección por Helicobacter pylori, de alta prevalencia en la población chilena, y responsable del desarrollo de gastritis crónicas que generan lesiones pre-cancerígenas y cánceres. En Chile es posible diagnosticar esta bacteria mediante métodos no invasivos como el examen de sangre en deposiciones, test de aliento, o bien a través de endoscopías. Su tratamiento es con antibióticos y posteriormente debe confirmarse su erradicación. «A partir de los 40 años, las personas con familiares de primer grado (hermanos, padres o hijos) con antecedente de cáncer gástrico deben hacerse una endoscopía preventiva», señala Bresky.
Finalmente, en el caso del cáncer de colon, es importante realizar una colonoscopía para eliminar pólipos, lesiones pre-cancerígenas, y así evitar que sigan creciendo y se conviertan en cáncer. A partir de los 50 años, todas las personas deben realizarse o bien un test de sangre oculta en deposiciones o una colonoscopía preventiva y de obtener un buen resultado, no sería necesario repetir esta última incluso hasta dentro de 7 a 10 años después. En las familias en que hay familiares de primer grado con cáncer de colon, especialmente si comenzó en la juventud, la recomendación es hacer la primera colonoscopía a los 40 años.
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