Disminución auditiva en el aula: CÓMO DETECTAR SEÑALES DE ALERTA EN NIÑOS, JÓVENES Y DOCENTES

Aproximadamente el 30% del segmento etario entre 10 a 24 años podría tener trastornos auditivos por exposición al ruido al llegar a la edad adulta.

Los expertos insisten en la importancia de la prevención mediante chequeos permanentes para evitar pérdida de concentración y productividad.

Habitualmente, la pérdida de audición ha sido asociada a personas mayores y al paso del tiempo. Sin embargo, esta realidad también se puede hacer presente en niños y jóvenes estudiantes, ya sea desde el nacimiento, o producto de exposición al ruido o alguna patología asociada.

De hecho, recientes estudios señalan que el 30% del segmento etario comprendido por púberes, adolescentes y jóvenes de 10 a 24 años podrían presentar trastornos auditivos por exposición al ruido de gran intensidad al llegar a la edad adulta. 

“Muchas veces los síntomas suelen pasar desapercibidos en el colegio o la universidad, confundiendo la falta de aprendizaje con falta de concentración o atención. Por ello, el llamado es a que la familia, docentes y entorno más próximo a los estudiantes estén atentos a los principales signos de alerta.”, explica Luciano García, Fonoaudiólogo y Especialista del Área Médica de GAES Chile.

En el caso de los niños, éstos pueden llegar a perder del 25 al 50% de las conversaciones en clase, dependiendo del grado de disminución auditiva que sufran, por lo que es importante prestar atención a aspectos como el resultado de las tareas escolares, si es que se emplea energía adicional para oír al profesor y tomar apuntes, y la forma de procesar todos los sonidos al mismo tiempo.

Por otra parte, según el estudio realizado por GAES en 2021 sobre la salud auditiva de los jóvenes de entre 16 y 35 años, se evidenció que al 60% de los entrevistados no les preocupaba su salud auditiva, y que 1 de cada 3 de ellos reconocía haber tenido síntomas de hipoacusia o disminución de la sensibilidad auditiva.

Uno de los factores que impacta la salud auditiva en este último grupo etario es el ruido excesivo, siendo el primer síntoma de esta exposición un zumbido en los oídos, conocido como tinnitus. Esto se puede producir, por ejemplo, tras un concierto de música o luego de pasar un rato en un bar o discoteque con música a alto volumen. También el uso de dispositivos de música durante varias horas al día puede ser un desencadenante. 

Como habitualmente este pitido desaparece horas o días después, se le resta importancia y es posible que el joven ni lo mencione. Sin embargo, es una señal de alerta a la que si entorno debe estar atento. 

“Cuando el zumbido es permanente, esto podría limitar la calidad de vida de la persona a nivel social y laboral, su capacidad de aprendizaje y su propio desarrollo personal y emocional. La solución en estos casos es recurrir a dispositivos médicos auditivos como los audífonos y acudir a especialistas”, agrega el especialista de GAES. 

El impacto del ruido en los docentes

Los resultados de los estudios sobre los efectos del ruido en el rendimiento cognitivo de los niños sugieren que éste puede afectar directamente la comprensión lectora o, por ejemplo, la inhabilidad para un aprendizaje eficiente, el deterioro de la atención y la frustración de tanto ellos como los docentes.

Por otro lado, según un estudio realizado por la Academia Sueca Sahlgrenska, más del 70% de los profesores de enseñanza escolar padecen fatiga auditiva derivada del ruido en las aulas, señalando como principal causa la exposición a ruidos, entre ellos los gritos de los alumnos. En tanto, los síntomas más comunes que presentó este colectivo fueron la pérdida de audición y el tinnitus.

“Los maestros de preescolar tienen un riesgo mucho más alto que aquellos que trabajan en entornos con una clasificación de ruido similar, como universidades o cursos de básico y media. Los síntomas pueden ser desembocados por el ambiente bullicioso del aula y por la dificultad de usar protección auditiva”, explica Luciano García.

En tanto, desde GAES Chile, detallan como posibles soluciones a estos problemas auditivos, disminuir el número de niños por aula, aumentar las actividades al aire libre o también tratar las paredes de las aulas para que el entorno no favorezca la expansión del ruido.

Algunas recomendaciones para fomentar el cuidado auditivo en el aula:

1.       Supervisar el uso de auriculares que los alumnos introducen en sus oídos y concientizar sobre el hecho de que el volumen de uso debiese ser inferior al 60%.

2.       Sensibilizar sobre las consecuencias de los problemas auditivos en edad adulta y sobre la importancia de la higiene y cuidado de la salud auditiva.

3.       Acompañar a estudiantes a revisiones periódicas, chequeos de audición y visitas al otorrino para comprobar el estado de su salud auditiva, igual que hacer visitas periódicas a otros médicos como el dentista, alergólogo, etc.

4.       En el caso de los jóvenes, será una buena alternativa buscar ejemplos de adolescentes con déficit auditivo e influencers que les ayuden a normalizar que tener problemas auditivos hoy en día no supone una barrera para su futuro.

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