Ambos expertos coinciden que estos productos no tienen impactos directos sobre la grasa corporal, sino que lo que hacen es fundamentalmente disminuir el apetito o algunos aumentar el metabolismo basal.
Una serie de influencers en redes sociales promocionan los “devoradores de grasa”, pastillas que prometen colaborar en la pérdida de tejido adiposo. Pero ¿realmente existen?
Los quemadores de grasa pretenden colaborar en la pérdida de tejido adiposo. Sin embargo, Carlos Valenzuela, gastroenterólogo y académico de la Facultad de Medicina UCSC, enfatizó que “en el sentido estricto del lenguaje no son ‘quemadores de grasa’, sino más bien son productos o sustancias que ayudan a bajar de peso por diversos mecanismos, por lo tanto hay que ser rigurosos en el lenguaje que empleamos y no crear falsas expectativas, ya que no existe una sustancia que tenga el efecto de quemar la grasa corporal directamente”.
“Se pueden usar medicamentos que sirven para bajar de peso, pero deben ser indicados por un profesional médico, ya que algunos de estos medicamentos pueden ser peligrosos para la salud y no se pueden usar por tiempo prolongado”, añadió el gastroenterólogo.
El médico Valenzuela enfatizó que “lo que hacen estas sustancias es hacer que el paciente tenga menos apetito y de esta forma vaya consumiendo la grasa corporal, o algunos pueden aumentar discretamente el metabolismo y de esta forma aumentar la degradación de esta grasa corporal. No existe una sustancia que ‘queme’ la grasa corporal directamente, sino que se disminuye la grasa corporal al ingerir menos alimentos y el cuerpo consume mayor cantidad de calorías que las ingeridas y de esta forma va disminuyendo la grasa corporal”.
De acuerdo a Rodrigo Buhring, nutricionista y académico de la Facultad de Medicina UCSC, señaló que “la evidencia científica avala que los quemadores de grasa como tal no existen. Si bien es cierto, la mayoría de las sustancias utilizadas en este tipo de suplementos, tienen los efectos metabólicos señalados anteriormente, no son significativos en términos de impacto en la disminución de la cantidad de grasa corporal”.
“Se tiende a sobreestimar, en términos publicitarios, las propiedades de los ‘quemadores de grasa’, haciendo creer al consumidor, que por el solo hecho de consumir estas sustancias, la masa grasa corporal disminuye. Hay que comprender que no existe un medicamento o sustancia que vaya directamente a la grasa del cuerpo y la disuelva. En función de lo anterior, se puede llegar a pensar que el consumo de estas sustancias puede ser suficiente para controlar el peso corporal, incluso aumentar la masa muscular”, complementó Burhing.
Por lo general, pueden contener componentes naturales y/o artificiales. Los más reconocidos son la cafeína, extracto de té verde, carnitina, ácido linoleico conjugado, cromo, entre otros, además fucoxantina y efedrina, esta última, prohibida en muchos países.
Riesgos
Este tipo de sustancias pueden provocar aceleración del metabolismo, incremento de temperatura corporal, que podría asociarse a incremento de la frecuencia cardiaca. Pueden aumentar la presión arterial, producir daño hepático, provocar ansiedad, cefaleas y alteraciones en el sueño, favorecer el desarrollo de alteraciones en el metabolismo de la glucosa.
También, las sustancias pueden aumentar el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares y son especialmente peligrosas en pacientes que ya tienen estas enfermedades, dado que aumentan la presión arterial y la frecuencia cardiaca, también algunas son derivados de anfetaminas y pueden generar adicción a estas. Otro efecto no deseado es que al suspender estas sustancias muchas veces se produce un efecto rebote y los pacientes vuelven a subir de peso.
Para evitar este tipo de efectos, Burhing enfatizó que “hay que difundir y tener una base de que no existe evidencia de la efectividad del consumo de estas sustancias como medio para el control del peso corporal, y considerando los efectos secundarios que se pueden producir, siempre se hace necesario evaluar por nutricionista, y personal de salud, la condición del paciente y la pertinencia de su utilización”.
Recomendaciones
Ambos especialistas coinciden que lo más recomendable es tener una alimentación saludable baja en carbohidratos refinados y grasas y realizar actividad física en forma rutinaria, es la forma más efectiva y segura de quemar la grasa corporal. Se pueden usar algunas sustancias para ayudar a lograr este objetivo, pero debe ser bajo supervisión médica.
El nutricionista Burhing sostuvo que “a partir de la disminución de la grasa corporal, lo que está demostrado científicamente, es que se debe realizar un control del consumo de calorías, y aumentar la actividad física para quemar calorías. De esta forma, siempre es necesario evaluar los factores que pueden estar influyendo en la variación de peso y composición corporal y en función de ello, planificar un esquema de alimentación adecuado, es decir, suficiente en aporte calórico según los objetivos, adecuada a los hábitos, patrones de consumo y recomendaciones nutricionales según grupo etario, variada y equilibrada en términos de tipos de alimentos y cantidades”.
“Igualmente, lo importante es realizar ejercicio físico y/o deportivo, de forma regular. Con una buena alimentación y actividad física, además de otros estilos de vida saludable, se pueden lograr muy buenos resultados en el control de peso corporal”, cerró el profesional Burhing.
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