Cada 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión con el propósito de generar conciencia en la comunidad sobre la relevancia de prevenir, diagnosticar y tratar de manera oportuna esta enfermedad que, generalmente, se presenta de manera silenciosa y es uno de los principales factores de riesgo para padecer otras enfermedades crónicas.
Jaime Álvarez, Académico de la Carrera de Técnico de Nivel Superior en Enfermería de UDLA Sede Viña del Mar, comenta que la detección precoz de la hipertensión arterial es muy importante porque, si no es tratada, puede aumentar el riesgo de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y otros problemas de salud graves.
“La hipertensión generalmente no causa síntomas, por lo que una persona puede tenerla durante años sin saberlo. Por eso, la detección precoz mediante la medición regular de la presión arterial es fundamental para identificarla lo antes posible y comenzar el tratamiento adecuado. Cuanto antes se detecte y trate la hipertensión, menor será el riesgo de complicaciones a largo plazo. Por lo tanto, es importante que las personas se sometan a revisiones regulares de la presión arterial, especialmente si tienen antecedentes familiares de hipertensión o si tienen factores de riesgo como sobrepeso, tabaquismo o diabetes”, explica el académico.
Agrega que, en algunos casos, las personas pueden experimentar síntomas como dolores de cabeza, mareos, visión borrosa, zumbidos en los oídos o dificultad para respirar, signos que pueden ser causados por la hipertensión arterial, pero también pueden ser por otras afecciones, por lo que es importante consultar con un médico si se experimentan estas señales. “Es importante tener en cuenta que los síntomas de la hipertensión arterial generalmente no aparecen hasta que esta es muy alta y se ha producido daño en algunos órganos. Por ello, es fundamental tener revisiones regulares de la presión para detectarla lo antes posible y comenzar a tratarla. Con el diagnóstico, tratamiento y visita constante al médico, es una enfermedad que puede estar bajo control”, dice Jaime Álvarez.
Recomendaciones
Controla y mantén un peso saludable.
Reduce el consumo de sal en tu alimentación (menos de 6 gramos al día). También limita la ingesta de grasas saturadas.
Aumenta el consumo de frutas y verduras y mantén una buena hidratación (toma al menos 2 litros de agua al día).
Practica actividad física de manera periódica.
Evita la ingesta de alcohol y consumo de tabaco.
Si en tu familia hay antecedentes de hipertensión arterial, consulta a un médico de manera oportuna.
Reduce el estrés.
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