El consumo de chocolate y caramelo pueden generar daños a la salud a mediano y largo plazo, por lo que en todo momento los adultos deben preocuparse de esta situación, sin embargo, en ciertos momentos del año se ha vuelto una tradición que los adultos le den chocolates en forma de huevitos a los niños y niñas.
Debido a esto y con el objetivo de aconsejar a las familias, el nutricionista de la Dirección General Estudiantil de la Universidad Católica del Maule (UCM), Alonso Torres se refirió a esta situación.
“La primera recomendación es que hay que considerar que los huevos de chocolates son golosinas muy altas en azúcares, por lo tanto, el consumo de estos no es libre”, comenzó diciendo el profesional de la UCM.
De igual forma recomendó que no se elimine el producto de la dieta de los más pequeños de la casa durante estos días, pero sí “transformar la entrega de este alimento a los niños en una experiencia lúdica y de juego más que el simple hecho de consumir dulces”.
Torres afirmó que el consumo de este tipo de golosinas puede tener consecuencias a “largo y mediano plazo, como la obesidad y la mal nutrición por exceso como la carencia de nutrientes aportados por frutas, verduras y cereales integrales, son una realidad en la población infanto-juvenil chilena, son consecuencias de hábitos que se aprenden en los primeros años de vida”, indicó.
De igual forma explicó que es entendible que en estas fechas en particular los niños consuman estas golosinas y eso no quiere decir que inmediatamente vayan a tener consecuencias negativas, sin embargo, llama a la precaución.
“Con esto no quiero decir que por consumir dulces en exceso en fechas específicas inmediatamente los niños pueden tener consecuencias negativas, más bien, me refiero a que las costumbres y acciones que generamos con los niños aportan a los hábitos que se mantienen durante toda la vida”, afirmó.
Alternativas saludables
Son distintas las formas para evitar el consumo excesivo de chocolates en los niños, como envolver uvas en papel aluminio o hacer cocadas de coco rallado de colores, para ello se debe moler maní sin sal y formar una pasta, luego esta pasta se debe mezclar con plátano molido (bien maduro), avena o harina de avena, cacao en polvo y un poco de miel. Una vez que se tenga una masa espesa, formar bolitas y pasarlas por coco rallado.
Otra forma de entregarle a los niños una alternativa saludable son las bolitas de quinua inflada con cobertura de chocolate, para prepararlas se debe moler ciruelas deshidratadas sin carozo en un poco de agua, para luego continuar moliendo almendras hasta obtener una especie de harina gruesa. Posteriormente se debe mezclar todo y formar una masa, el paso siguiente es hacer bolitas y bañarlas en cobertura de chocolate amargo.
Estas son unas de las muchas variantes que pueden haber para hacer algo diferente, sin embargo, Alonso Torres recalcó que nunca se debe olvidar de que se trata de niños, por lo que aconseja complementar con otras actividades.
“Nunca debemos olvidar que son niños, por lo tanto mi recomendación es transformar este día en una actividad lúdica, en un juego, incorporar la actividad física también, y que el objetivo sea entretenerse y no simplemente comer y de paso asegurar un consumo moderado, es decir, cambiar el foco”, cerró el nutricionista de la UCM.
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