La prevalencia de la diabetes está aumentando y en ese contexto la retinopatía diabética es la primera causa de ceguera irreversible en Chile, sin embargo, existen formas de evitarla. Un experto de Clínica Oftalmológica Providencia, COP, detalla en qué consiste esta enfermedad ocular y cómo prevenirla.
En cuanto al número de diabetes en el mundo, se proyecta 336 millones de casos para 2030 y 33 millones para el mismo año en Latinoamérica.
De acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud, la retinopatía diabética es responsable de casi el 5% de los 37 millones de ciegos del mundo.
Factores como la mayor esperanza de vida, cambios en los hábitos alimentarios y el sedentarismo han aumentado la prevalencia de diabetes. En este escenario, la Agencia Internacional para la Prevención de la Ceguera, IAPB, ha señalado que la retinopatía diabética es la tercera causa de ceguera irreversible a nivel mundial y la primera causa en países en vías de desarrollo, entre ellos Chile.
Causas de la retinopatía diabética
El doctor Joaquín Vicuña, Retinologo de COP, señala que esta enfermedad es producto de un daño vascular en la retina por el alto nivel de azúcar en la sangre. Ello provoca hemorragias en la retina, así como la acumulación de líquido y materiales transportados por la sangre, lo que se conoce como edema macular diabético. En una etapa más avanzada, la retina forma nuevos vasos sanguíneos que, al ser muy débiles, pueden romperse provocando hemorragias intraoculares y en su forma más grave pueden traccionar la retina causando su desprendimiento, que se traducirá en pérdida de visión, muchas veces irreversible.
Síntomas
En la mayoría de los casos los síntomas se presentan en estados avanzados de la enfermedad. Entre los síntomas destacan la disminución de visión no corregible con anteojos, manchas o “moscas” volantes y un oscurecimiento o pérdida completa de la visión.
Prevención
El Doctor Joaquín Vicuña afirma que Los primeros signos de retinopatía diabética pueden variar de una persona a otra y pueden ser leves o inexistentes al principio. Es importante destacar que la retinopatía diabética puede progresar lentamente y los síntomas pueden pasar desapercibidos en las etapas iniciales. Por eso, es fundamental que las personas con diabetes se realicen exámenes oftalmológicos regulares, ya que el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno pueden ayudar a prevenir complicaciones graves y preservar la visión.
Un buen control de la enfermedad de base puede reducir el riesgo de ceguera en más del 90% de los casos. En este sentido, indica que es importante mantener hábitos de vida saludable, llevar una dieta estricta, no fumar, controlar la glicemia, presión arterial y lípidos plasmáticos como el colesterol, realizar ejercicio moderado y tener un control periódico, al menos una vez al año, con el oftalmólogo.
El control oftalmológico debe incluir un examen de fondo de ojo con pupila dilatada. Si existen signos de la enfermedad puede ser necesario complementar el estudio con una Angiografía Retinal y una Tomografía de Coherencia Óptica (OCT), de gran utilidad en el estudio y manejo de esta patología.
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