La agrupación médica asegura que existe un 20-30% de pacientes que no responden al tratamiento farmacológico con cobertura actual e incluso van perdiendo respuesta a estos en un 10 a 20% por año. Los pacientes, que no responden a estos fármacos, requieren de otras terapias avanzadas que hoy no están presentes en la Ley Ricarte Soto y dado su alto costo, dificulta el acceso universal a un tratamiento efectivo y oportuno.
La Sociedad Chilena de Gastroenterología (SChGE), a través de su filial Agrupación Chilena de Trabajo en Enfermedad de Crohn y Colitis Ulcerosa (ACTECCU), realiza un llamado a la autoridad sanitaria para ampliar el acceso a terapias biológicas bajo la Ley Ricarte Soto (LRS) en Enfermedades Inflamatorias Intestinales (EII).
Las enfermedades inflamatorias intestinales, que incluyen a la enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa, son enfermedades crónicas e inmunomediadas, que evolucionan con periodos de actividad y remisión (sin actividad de la enfermedad ). Estas fueron incluidas en la Ley Ricarte Soto en el año 2018 y 2019 respectivamente, y garantizan el acceso a un sistema de protección financiera que cubre el diagnóstico y tratamiento de 27 enfermedades de alto costo.
En el caso de EII, incluye el tratamiento con terapias biológicas en aquellos pacientes graves que no responden a corticoides (corticorefractario) o a inmunomoduladores de uso habitual (inmunorefractarios) o que hayan presentado reacciones adversas a algunos medicamentos .
Estas patología se presentan mayormente en pacientes jóvenes, entre la segunda y cuarta década de la vida, teniendo un alto impacto no solo en su calidad de vida, sino también en los años perdidos por discapacidad (AVISA) ; situación dada principalmente por la necesidad de licencias médicas cuando los pacientes presentan actividad (crisis) de la enfermedad.
«El acceso de la terapia biológica, disponible en la Ley Ricarte Soto, que incluye las familias contra el factor de necrosis tumoral (anti TNF) tales como infliximab, golimumab y adalimumab, han significado un gran avance en el control de la enfermedad y mejoría en la calidad de vida de nuestros pacientes. A pesar de ello, existe un 20 a 30% de pacientes que no responden a esta familia de terapias biológicas e incluso van perdiendo respuesta a estas en un 10 a 20% por año. Atendiendo a aquellos pacientes que no responden a estos fármacos, es preciso disponer de otras terapias avanzadas», explica la Dra. Carolina Pavez , presidenta de ACTECCU.
«Actualmente, otros fármacos con distintos mecanismos de acción están disponibles en Chile, pero dado que no están incorporadas en la Ley Ricarte Soto; son prácticamente inaccesibles para la gran mayoría de los pacientes tales como ustekinumab, vedolizumab, tofacitinib, upadacitinib , ozanimod e infliximab subcutáneo. Esta realidad implica que los pacientes deben recibir dosis más altas de los fármacos disponibles, disminuir la frecuencia de administración, exponerlos a un mayor riesgo de estadías hospitalarias prolongadas e incluso cirugías mayores», refiere la Dra. Paulina Núñez, vicepresidenta de esta agrupación.
Preocupados por colaborar en la atención oportuna y efectiva de los pacientes con EII en Chile, ACTECCU solicita a la autoridad sanitaria que considere la posibilidad de contar con un mayor arsenal terapéutico en la Ley Ricarte Soto para estas patologías, los que permitiría un control de la enfermedad de los pacientes, logrando reducir costos asociados a la atención de salud y al ausentismo laboral.
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