Picazón de garganta, nariz, ojos, estornudos y obstrucción nasal son algunos de los síntomas más comunes que experimentan quienes sufren con las temidas alergias estacionales. En esta nota, especialistas de la Universidad de Chile explican las diversas terapias que podemos utilizar para paliar sus efectos, sobre todo cuando se acerca el cambio de estación y la llegada de la temporada de primavera.
“Una alergia estacional es aquella que se produce durante una estación específica del año, generalmente es la primavera. El peak en nuestro país generalmente ocurre en la época de la polinización, lo cual es clásicamente durante septiembre, pero eso se puede desplazar antes o después dependiendo del año y del momento que se produzca la polinización”, explica el Dr. Rodolfo Nazar, otorrinolaringólogo de la unidad de Rinologia del Hospital Clínico de la Universidad de Chile.
Efectivamente, a medida que cambia nuestro paisaje, con el aumento de temperatura y la mayor circulación de alérgenos, señales inequívocas de la llegada de primavera, muchos y muchas comienzan a sufrir con sus síntomas. Incluso, según explica la doctora Valeria Palma, profesora asistente e integrante de la unidad de Inmunología, Alergia y VIH del Hospital Clínico de la U. de Chile, este proceso se adelanta para los meses de julio y agosto en quienes sufren con los alérgenos del pasto.
¿Qué sentimos si tenemos una alergia estacional?
La doctora Palma explica que “la rinitis alérgica se caracteriza por picazón nasal, en los ojos, incluso algunos pacientes desarrollan picor ótico, o sea del oído, también faríngeo. Es clásico de los pacientes alérgicos la picazón y el estornudo. Lo otro es la rinorrea, o sea la mucosidad que puede producir este proceso inflamatorio alérgico en la nariz, como la congestión nasal”. Además, dice que personas con cuadros más complejos “en primavera tienen rinitis alérgica, pero tienen asociada alguna hiperreactividad bronquial o alguna asma asociada a su rinitis, y hacen síntomas bronquiales en relación a la alergia. Pecho más apretado, obstrucción bronquial y tos”.
A su vez, el doctor Nazar hace la diferencia entre una alergia y una gripe o incluso el COVID-19. Lo primero que dice es que una alergia es un cuadro que se repite año a año, por lo que la historia clínica del paciente es relevante. “Una alergia no cursa con fiebre, tampoco con compromiso del estado general, no tiene dolores musculares, dolores articulares (…) Sí puede compartir con estos cuadros infecciosos síntomas como mucosidad y obstrucción nasal, como alteraciones del olfato y, sobre todo con el tema del COVID, está la pérdida del olfato, que puede ser algo que confunda un poco, pero en el fondo estos síntomas son mientras dure la temporada de alergia”.
Tratamientos y terapias actuales
El otorrinolaringólogo los divide en 3 ejes. Primero, tomar medidas que nos permitan evitar el contacto con alérgenos. Para esto, recomienda el especialista, “cerrar las ventanas durante la tarde, cuando se produce mayor entrada de alérgenos por la polinización, y el uso de mascarilla, que ahora estamos acostumbrados a utilizar por el COVID-19, nos ayuda”.
Luego, plantea los fármacos como una solución, como los llamados antihistamínicos. “Tienen un efecto sobre la picazón de nariz, los estornudos, la picazón en general. El otro grupo de fármacos que se usan son los corticoides nasales, que son inhaladores que se ponen en la nariz con un muy buen efecto sobre la obstrucción nasal, sobre la mucosidad y también sobre la mejoría del olfato”.
Finalmente, menciona la inmunoterapia, que “consiste en la exposición progresiva de la sustancia alérgica en el paciente, cosa de desarrollar un inmunotolerancia. Es decir, estas dosis lenta y crecientemente progresiva en el paciente van a generar una modulación de la respuesta inmune, que va a tener un efecto más duradero en el tiempo”.
La doctora Valeria Palma explica que son tratamientos que pueden extenderse entre tres a cinco años, con efectos de hasta 15 años. En el caso de una persona, que por ejemplo tenga alergia al pasto, “se fabrica una vacuna que tiene justamente pólenes de pasto a los cuales el paciente es alérgico y se administra subcutánea una vez al mes. Lo que induce en el paciente es una especie de tolerancia».
La especialista detalla que “la inmunoterapia se administra de forma subcutánea, que es lo clásico que nosotros usamos, pero también tiene una formulación que es sublingual, o sea debajo de la lengua, donde se aplica una dosis diaria a través de un spray”.
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