Desde el año 2016, Fundación Nativos ha impulsado experiencias transformadoras en jóvenes que no tienen la opción de tener un contacto real y concreto con la naturaleza. Por eso, su meta para el 2023 es becar a 700 estudiantes, repartidos en 20 liceos y/o colegios de zonas densamente urbanas y con altos índices de vulnerabilidad, para que vivan la experiencia de ser “Guardianes”.
A medida que crecen nuestras ciudades, también crece la distancia de muchos jóvenes con la naturaleza intocada, sobre todo pensando que un 90% de la población chilena vive en zonas urbanas. Y es una realidad que muchos de estos mismos jóvenes no tienen los recursos para salir de sus barrios durante su etapa escolar.
Por esto es tan importante lo que plantea la Fundación Nativos (www.somosnativos.cl), que afirma que “existe una especie de extinción de la experiencia natural en las nuevas generaciones, que vemos que se están formando sin el temple ni la sabiduría que entregan los fungís, ríos, pájaros, bosques, montañas, glaciares y cielos. Por lo tanto, se hace urgente y fascinante revertir esto, ya que sin naturaleza, no hay humanidad”.
Por lo mismo, crearon el proyecto Beca Guardianes, “un programa destinado a la enseñanza media y que -por medio de un concurso- busca identificar, elegir y formar Guardianes comprometidos con el cuidado de sí mismos, los otros y el entorno, a través de un viaje a la Patagonia”, explica Rodrigo Matus, Co-fundador de Fundación Nativos.
De esta manera, esta organización sin fines de lucro busca acercar a los jóvenes urbanos y de comunas vulnerables a la Naturaleza durante su etapa escolar, promoviendo experiencias transformadoras que se viven en los Parques Escuela. “El objetivo es democratizar el valor ético y educativo de los bosques, ríos y montañas para enfrentar la profunda crisis que atraviesa la juventud en Chile”, explica Cristián Fernández, director ejecutivo y fundador de Fundación Nativos.
Actualmente, Fundación Nativos está en búsqueda de financiamiento para que este proyecto pueda escalar y crecer, lo que se traduce en 700 becas disponibles para el 2023. “Estos financiamientos pueden provenir de aportes filantrópicos hasta apoyos de empresas que buscan invertir para el bienestar social y ecológico, permitiendo impactar con mayor volumen e innovar en las maneras de educar a las futuras generaciones”, agrega Cristián.
¿Cómo sería el futuro de las nuevas generaciones si no conocen ni experimentan la Naturaleza?
Esta interrogante fue la que motivó a los fundadores de Nativos, Cristián y Rodrigo. Así, el año 2016 crearon el Parque Escuela Kaikén, una bella y remota reserva en la región de Aysén donde llevan 7 años desarrollando experiencias significativas para conectar a la comunidad escolar con el mundo natural.
“La naturaleza es y siempre ha sido una gran escuela. Vivir experiencias al aire libre durante la niñez y la adolescencia es fundamental para desarrollar la confianza en uno mismo, fortalecer el carácter y proporcionar un bienestar físico, cognitivo y emocional que no se encuentra en otro lado”, relata Cristián.
Y agrega que “queremos que nuestro Parque Escuela sea una extensión de los colegios y sirva para enfrentar los grandes desafíos socioemocionales de la comunidad escolar. La patagonia todavía resguarda el valor ético y educativo de la naturaleza, y es nuestro trabajo permitir un acceso democrático y significativo a estos territorios intocados. Soñamos con expandir este concepto a otras reservas y parques en conservación”.
En ese sentido, Tomás Malleda (de 16 años, alumno del colegio San Juan Lampa y que vivió la experiencia durante este mes de noviembre) comenta que “esta hizo plantearme de mejor forma mi vida tanto física como mental. Todas las enseñanzas que me dieron me impulsan a tratar de llevar un estilo de vida más sano, despejado de la tecnología y donde me conecte más con la naturaleza. Además, me despertó el sueño de viajar, de recorrer todo lo que Chile y el mundo me puede ofrecer: cerros, montañas, praderas, lagos, lagunas”.
Por su parte, Amanda Sarmiento (16) del mismo establecimiento, relata que “el cambio que me generó la naturaleza fue que el camino corto no siempre es el más fácil y seguro. Pero es mucho mejor tomar el camino largo que entrega seguridad. La vida no tiene que vivirse aceleradamente, ya que hay que apreciarla y valorarla en cada momento. El sueño que tengo ahora es poder vivir una vida sencilla, poder viajar y conocer cosas nuevas que no me atrevería a hacer nunca”.
Por lo mismo es que los fundadores de Fundación Nativos entregan un potente mensaje: “Somos y siempre hemos sido parte de la naturaleza, y alejarnos de ella es alejarnos de nuestra relación con uno mismo, los otros y el entorno. La naturaleza es una gran escuela para la vida y nos enseña cosas que nunca se van a encontrar en la ciudades, aquí aprendemos a conocer nuestro cuerpo al salir a explorar, volvemos a vincularnos con el alimento, aprendemos a relacionarnos con los otros al compartir en comunidad y nos da el tiempo para pensar y entender cuáles son nuestro sueños y propósitos”, finalizan.