Apostar por el desarrollo de tecnologías que permitan una gestión sostenible del uso del agua es clave para enfrentar las cifras poco auspiciosas que vive el país, pese a las precipitaciones de las últimas semanas que superaron los niveles del año pasado.
Las estadísticas sobre el uso del agua a nivel nacional e internacional son preocupantes. Chile se encuentra en el puesto número 18 de los países con un “estrés hídrico alto”, según el último estudio del World Resources Institute del Pacto Mundial de las Naciones Unidas lanzado 2019.
El 2021 se catalogó como uno de los años más secos de la historia, registrando un alto déficit de precipitaciones cercanas a un 50%, lo que se tradujo en una reducción del recurso hídrico tanto en embalses como de los caudales de los principales ríos del país.
Para hacer frente a esta situación , surge en el año 2020, el Consorcio Tecnológico del Agua CoTH2O, cuyos objetivos son el desarrollo y transferencia de tecnologías en la macrozona centro sur (entre la región Metropolitana y Ñuble).
Esta iniciativa es impulsada por CORFO y liderada por la Universidad de Concepción, donde participan diversas casas de estudio la Pontificia Universidad Católica de Chile, el INIA, UC-Davis Chile y las universidades de Chile, Bernardo O’Higgins y Diego Portales, donde se suman 20 empresas de sectores agrícolas, sanitario, ingeniería, tecnología, industrial, telecomunicaciones y organizaciones de usuarios de agua.
Actualmente, cuenta con un portafolio de 23 proyectos con base tecnológica ya probados en entornos reales, que esperan hacer frente al difícil escenario mediante cinco áreas ejes gestión integrada de información, eficiencia, calidad y saneamiento, nuevas fuentes y reutilización. El doctor Octavio Lagos Roa, director del Consorcio, comenta “iniciamos con 13 proyectos y en poco más de un año aumentamos esa cifra, lo que ocurre por la gran necesidad de contar con soluciones en esta materia. Estamos trabajando en implementar y escalar desarrollos tecnológicos ya probados, en el corto plazo y ser reconocidos como un espacio donde efectuamos soluciones beneficiosas para las comunidades”.
Impacto en comunidades
No hay una sola crisis, el aspecto ambiental golpea fuertemente a las comunidades. A fines del año pasado, 184 municipios fueron declarados con falta extrema de agua, donde ocho millones 250 mil viven con racionamiento.
Por ello, aspectos sobre cómo conocer la disponibilidad futura de agua en una superficie productiva y tomar decisiones a tiempo en cuanto al manejo son claves. En esa línea, Osiel Moraga Suazo, del canal de regadío de San Antonio, quien ha participado de diferentes capacitaciones entregadas por el Consorcio, lo recalca “hay una profunda escasez una mejor administración por las comunidades y por la infraestructura ayudarían bastante. El principal aprendizaje que nos dejan las capacitaciones es saber ocupar las nuevas tecnologías, para que nos permitan gestionar como debe ser y no perdamos en producción”.
Gisela Vergara, Gerente de la entidad, señalo que “en el actual escenario de sequía que estamos viviendo, la toma de decisiones en torno al recurso hídrico define la continuidad de los productores de un sector. Por lo tanto, las soluciones que podamos entregar son una tremenda oportunidad para apoyar en la sostenibilidad local y agrícola de los territorios”.
Octavio Lagos reafirma “el escalamiento de la tecnología se puede traspasar a las comunidades para una mejor gestión local. Nuestra proyección es seguir trabajando en un portafolio, que siga aportando en la entrega de soluciones y a largo plazo ser un proyecto sostenible a fin de seguir aportando”.