Cumplir con la Meta 30×30 puede ayudar a los países de América Latina a conservar efectivamente la naturaleza de la mano de las comunidades locales y cumplir con el Marco Mundial de Biodiversidad Kunming Montreal
Los gobiernos de Chile y México, con el apoyo de WWF, presentaron en la COP16 avances de sus Hojas de Ruta para cumplir y superar la Meta 3 del Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal (MGB-KM), también conocida como “Meta 30×30”. Con estos instrumentos de planeación nacional, cada país establecerá los pasos que deberán seguir para lograr la conservación efectiva, inclusiva y equitativa del 30% de su territorio terrestre, acuático y marino hacia el 2030.
En un evento las ministras de medio ambiente de Chile y México, Maisa Rojas y Alicia Bárcena, la representante del Fondo Mundial para el Medio Ambiente (GEF, por sus siglas en inglés), Hannah Fairbank y expertos de WWF de ambos países, presentaron los avances y desafíos de las Hojas de Ruta, desarrollados y financiados en el marco del Proyecto GEF Meta 3 “Planeación Nacional Colaborativa para un Enfoque de Conservación Inclusivo y Efectivo para Cumplir y Superar la Meta 3 del Marco Mundial de Biodiversidad Kunming Montreal”. Este proyecto apoyó la implementación de iniciativas inclusivas y equitativas en Chile, Ecuador, México, Namibia, Nepal y Zimbabue.
En el caso de Chile, la propuesta de “Hoja de Ruta 30×30 por la Naturaleza” estuvo liderada por el Ministerio del Medio Ambiente en colaboración con WWF, entre los años 2022 y 2024, y tuvo como base el análisis de los resultados de un total de 20 talleres participativos: 16 en cada una de las regiones del país, con actores públicos, privados y representantes comunitarios, así como otros encuentros sectorizados con pueblos originarios, empresas y organizaciones privadas y de la sociedad civil.
“Ha resultado completamente valioso incorporar una mirada amplia de actores a nivel nacional, para la construcción de esta propuesta de Hoja de Ruta, la cual cuenta con tres líneas estratégicas: representatividad y conectividad ecológica; gestión eficaz y equidad; y gobernanza participativa. Cada una con objetivos, medidas, acciones y resultados y que incorpora además temas clave para Chile como representatividad de ecosistemas subrepresentados, como nuestra ecorregión mediterránea, ecosistemas de agua dulce y otras áreas marino costeras; la gestión efectiva de las áreas; participación de comunidades indígenas y locales; y el financiamiento sostenible de las áreas y el sistema”, comentó Maisa Rojas, la Ministra del Medio Ambiente de Chile. También señaló que los próximos pasos involucrarán un proceso para la formalización de la política pública.
De la misma forma, Rodrigo Catalán, director de Conservación de WWF Chile, indicó que resultó estimulante cocrear una propuesta que incorporara el enfoque de equidad social, junto con el desafío de asegurar el financiamiento a largo plazo para el sistema de áreas protegidas y conservadas.
Por su parte, México cuenta con 226 Áreas Naturales Protegidas (ANP) federales y 581 Áreas Destinadas Voluntariamente a la Conservación (ADVC), que abarcan el 14.28% de su superficie terrestre y el 23.78% de su superficie marina. Liderado por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) como punto focal político y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) como punto focal técnico, con el apoyo de WWF como agencia implementadora, el país construyó una Hoja de Ruta con más de 300 actores para implementar medidas de conservación de su biodiversidad, incluyendo el reconocimiento de otras medidas efectivas de conservación (OMEC) para valorar los esfuerzos de pueblos indígenas y comunidades locales y sumar a la conectividad y representatividad de los ecosistemas ya conservados.
“En México tenemos 99 millones de hectáreas protegidas. De cara al 2030 tenemos que proteger 30.8 millones de hectáreas terrestres y 19.6 millones de hectáreas marinas. Es un trabajo inmenso. Para llegar a la meta 30×30 necesitamos alcanzar 153 millones de hectáreas y ya no tenemos territorio para poder hacer las reservas que hicimos en el pasado”, dijo Alicia Bárcena, Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales de México.
En ese contexto, Bárcena propuso implementar un programa nacional de restauración ambiental, que acompañe al programa de conservación ambiental; desarrollar criterios transversales e integrales para que las otras medidas efectivas de conservación basadas en áreas (OMEC) sean reconocidas públicamente y que las comunidades se sumen; crear un grupo técnico interinstitucional para avanzar en la conservación; detener la frontera agropecuaria y la sustitución de cultivos; instrumentar un programa de mares y costas, que incluya restaurar los manglares; y reconvertir territorio de zonas urbanas.
“La Hoja de Ruta no es simplemente una planificación futura, ya que muchas de sus acciones están en marcha; ahora es necesario empezar a sumar los esfuerzos con un objetivo común,» comentó Jorge Rickards, Director General de WWF México. «Para que esta meta sea alcanzada plenamente, es vital que la nueva administración la incluya dentro de la planeación nacional y que se trabaje en la integración de las OMEC en el marco normativo ambiental de México», agregó.
La Hoja de ruta resalta que para alcanzar la Meta del 30×30 será primordial fortalecer la agenda para el reconocimiento de las OMEC. La finalidad de este documento es guiar las acciones e inversiones de múltiples sectores del gobierno, más allá del ambiental, dando un paso decidido a integrar la biodiversidad, especialmente los relacionados con actividades productivas, reforzando el estrecho vínculo e interdependencia entre su conservación y el desarrollo económico. Las hojas de ruta presentadas por Chile y México, lanzan un mensaje positivo a otros países y permiten definir las acciones clave para lograr la meta 3 y generar sinergias con otras metas del MGB-KM; sin embargo, es solo un primer esfuerzo que requerirá de voluntad y financiamiento para su implementación.