Por: Felipe Salinas, ingeniero eléctrico. Universidad Técnica de Berlín / Universidad de Chile. Miembro de red INVECA e.V.
La electromovilidad elevará la demanda mundial por litio, lo cual tiene como resultado una expansión de la minería en Chile. Esto incluye ampliaciones en salares existentes y nuevos sitios, proyectándose una extracción de alrededor 38 kilo toneladas de litio, más del doble de lo extraído actualmente. Ante este escenario, ¿Qué rol podría jugar el reciclaje?
Este proceso presenta ciertas ventajas técnicas donde se encuentra la concentración, ya que en una batería es significativamente mayor que la encontrada en los salares. Alrededor del 1% del peso de una batería es litio, el cual puede ser recuperado del cátodo, comparado con una concentración de 0,15% en el salar de Atacama.
Otra ventaja es que esta minería urbana está ligada a otros metales valiosos como el cobalto.
Hoy se encuentra una pequeña planta dedicada a recuperar cobalto incluso en Santiago.
Una última ventaja es que la expansión de la minería tradicional requiere más de un año de estabilización de las piscinas de decantación, lo que podría ser aprovechado por procesos más ágiles ante cambios de demanda. El problema, dada la falta de información respecto a las baterías de litio en desuso y su recolección, es determinar el aporte del reciclaje comparado a la extracción, y la posibilidad de recuperar litio económicamente de las baterías, lo cual sigue siendo un reto.
Un cálculo de servilleta basado en una regla de “tres”, en la cual un habitante (de los 17 millones) cambia un celular (o su batería) de 30g cada 3 años por 30 años, entrega que estarían disponibles alrededor de 510 toneladas de litio, número modesto que correspondería a alrededor de un 1% de la extracción proyectada sólo al 2030.
Para convertir el reciclaje de litio en un área relevante respecto a la minería en Chile podría incrementarse la masa disponible, recuperando baterías en desuso a nivel latinoamericano, a la vez que se prepara un sistema de recolección para baterías de mayor tamaño, como aquellas presentes en e-bikes, scooters y, en el futuro cercano, también de autos eléctricos.