ESCUDERO, LA MAYOR BASE CIENTÍFICA CHILENA EN ANTÁRTICA CUMPLIÓ 28 AÑOS

La estación científica perteneciente al Instituto Antártico Chileno fue inaugurada el 5 de febrero de 1995. Su nombre recuerda al profesor y jurista Julio Escudero.

El 5 de febrero de 1995 fue inaugurada en la bahía Fildes, isla Rey Jorge, la base científica del Instituto Antártico Chileno (INACH) “Profesor Julio Escudero”, en memoria al destacado jurista chileno que redactó el decreto que fijó los límites del Territorio Chileno Antártico y que, además, tuvo una brillante participación en la redacción del Tratado Antártico.

Este domingo, la base científica cumplió 28 años de aporte a la ciencia nacional, transformándose en un pivote como plataforma para muchos Programas Antárticos Nacionales que entran al Continente Blanco desde la isla Rey Jorge.

El director del INACH, Dr. Marcelo Leppe Cartes agregó que Escudero se ha transformado en un apoyo fundamental para la ciencia, pero también es la sede de muchas preguntas de alcance mundial. “Nuestra base ha abierto un abanico tremendo de investigaciones sobre microbiología, biología molecular, geología, paleontología, cambio climático, etc., para los y las científicas de diversas latitudes y, por supuesto, un gran espacio para la colaboración científica internacional y la paz”, comentó Leppe.

“La base Escudero es la plataforma científica más grande que tiene el país. Es reconocida internacionalmente como un punto de encuentro y partida hacia las profundidades de la península Antártica. Hoy cuenta con laboratorios de biología molecular, multipropósito y húmedo, permitiendo proyectos de microbiología, ecología, glaciología, fisiología, oceanografía, entre otros. Además, posee una capacidad de apoyo marítimo, tanto de embarcaciones como de equipamiento técnico, científico y seguridad. Cada temporada se apoya aproximadamente a 28 proyectos, más del doble que en sus inicios”, comenta Elías Bartičević, jefe de la base Escudero.

Hace 28 años, Escudero tenía una capacidad para ocho personas, con 95 metros cuadrados, con tres laboratorios que ofrecían apoyo a los trece proyectos científicos que en ese momento integraban el Programa Nacional de Ciencia Antártica. Su módulo inicial fue construido con fondos del Gobierno Regional de Magallanes. Hoy, 28 años después, la principal base científica chilena en la Antártica cuenta con 1.643 mt2 y una capacidad para albergar 52 personas.

En los últimos doce años ha recibido a casi 4.500 visitantes, entre logísticos y logísticas e investigadores e investigadoras.

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