Se trata de la cepa LPM01 (Lactobacillus Salivarius), primer microorganismo obtenido de la leche materna, desarrollado en Chile y que ayuda a fortalecer el sistema digestivo e inmunológico de niños, jóvenes y adultos del mundo.
Para cuando María Loreto Ormeño, fundadora, se acercó a la Universidad de Concepción con la idea de desarrollar un helado probiótico como suplemento para pacientes en tratamientos por cáncer, no se imaginó que su origen sería noble y único como el de la leche materna.
En este camino, se descubrió que la leche materna de mujeres sanas poseen cientos de beneficios, no solo para lactantes y primer nacidos, sino también, para hombres y mujeres de todas las edades. Bajo este contexto, es que investigadores de la Universidad de Concepción aislaron la cepa Lactobacillus salivarius LPM01 de la leche materna en el 2006.
“El estudio demostró que la cepa podría ser replicada en fórmulas probióticas, y así fortalecer el sistema inmune y digestivo de niños y hasta adultos mayores”, comenta María Loreto, fundadora de Wellness Technologies, quienes validaron científicamente la funcionalidad de la cepa y que actualmente comercializan bajo la marca Lacte 5 en Chile y bajo la marca Normodigest en España.
LPM01, también llamada Lactobacillus Salivarius DSMZ 22105, es una bacteria probiótica que al consumirla se aloja en el tracto digestivo, colonizando el intestino delgado y el colon para contribuir al equilibrio en la microbiota de seres humanos; estudios médicos y científicos han evidenciado que un desequilibrio en la microbiota puede estar relacionado con diversas enfermedades, incluidas las metabólicas, inflamatorias y autoinmunes.
De origen noble, como la leche materna, permite que el sistema digestivo de recién nacidos se colonice de bacterias “buenas”, promoviendo un microbioma equilibrado que es crucial para la digestión y en la prevención de problemas gastrointestinales como el cólico y la diarrea. Ya en niños y adultos, es una fuente natural de fortalecimiento para el sistema inmunológico, contribuyendo a la reducción de afecciones como el síndrome del intestino irritable (SII) y la hinchazón.
Pero no solo eso, “los ensayos clínicos realizados con la cepa en pacientes con cáncer que se encontraban en tratamiento de quimioterapia, evidenciaron ausencia de diarreas y de sabor metálico, además, del aumento de peso entre 3 a 6 kg.”, detalla Ormeño.
En la actualidad, Chile se destaca a nivel mundial por patentar el alimento funcional que se generó con la cepa LPM01 con base en la leche materna, además de una serie de suplementos alimenticios que fortalecen diversas necesidades digestivas. “Los probióticos, y en especial este alimento, es adecuado para individuos inmunocomprometidos, preferentemente para pacientes oncológicos con quimioterapia y/o radioterapia.”, como un coadyuvante en las molestias digestivas, agrega María Loreto.
Según el más reciente estudio sobre el consumo de suplementos en Chile, desarrollado por Alianza Latinoamericana de Nutrición Responsable (ALANUR), se identificó que el 8% de los encuestados consume suplementos del tipo probiótico y que se declaran satisfechos por sus resultados.
Para el Dr. Mario Sandoval, “los hábitos alimenticios y sumado al poco descanso, han sido dañinos para nuestra salud, por eso, es imprescindible consumir una alimentación alta en contenidos de probióticos y ayudarnos con suplementos específicos que permitan repoblar nuestra microbiota a diario”, enfatiza Sandoval.
En la actualidad, Wellness Technologies, desarrolladores biotecnológicos de la cepa, han cerrado un acuerdo con el laboratorio Derbós, de España, que incluye la cepa LPM01 en su suplemento funcional llamado Normodigest; permitiendo que el descubrimiento nacional cruce fronteras con sus beneficios.
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