Un creciente consumo de los servicios que permiten desarrollar el quehacer de las organizaciones y las personas, a través de internet, confirma las ventajas de estas tecnologías, pero al mismo tiempo abre nuevos espacios para las amenazas en ciberseguridad. ¿Cuáles son las tendencias y perspectivas en este ámbito? Por Hortencia Fritz A.
La pandemia aceleró las transformaciones digitales e intensificó el uso de internet en todos los ámbitos, tanto a nivel de los hogares como en el mundo del trabajo y las organizaciones, que han utilizado las múltiples soluciones disponibles aprovechando sus ventajas en el tiempo de cuarentena y encierro.
A la par de los beneficios que ofrece la red, los riesgos y las amenazas en materia de ciberseguridad no han desaparecido y, por el contrario, es clave mantener los resguardos y prevenir cualquier incidente. En este escenario, algunos grupos pueden ser más vulnerables o estar más expuestos.
“En general, las principales preocupaciones de las organizaciones están alrededor de cómo mantener un nivel de riesgo que puedan gestionar con un enfoque más o menos similar al que tenían antes de la pandemia, es decir, la preocupación se centra en gestionar el riesgo de mantener el trabajo remoto a un nivel muy por encima de lo que en algún momento pudieron manejar; escenario que no va a desaparecer durante 2021 ni en 2022”, comenta Carlo Dávila, senior analyst para IDC Perú y Latinoamérica. Y agrega: “Lo que estamos observando es que el creciente consumo de servicios de nube, aumentó 31% en Latinoamérica para el cierre de 2020, de acuerdo con nuestro reporte de la primera mitad de 2020, está ocasionando que el uso de servicios de seguridad esté orientado a acompañar el consumo de IaaS, PaaS o SaaS”.
¿Cuál ha sido la evolución en la búsqueda de soluciones para los distintos sectores? ¿Vamos en el camino correcto a nivel país?
Chile es uno de los países de la región que cuenta con una importante proyección de crecimiento en el mercado de ciberseguridad, 13% para 2021, y alrededor del 53% de la inversión está destinada a servicios de seguridad, tanto profesionales como administrados.
En línea con lo que se maneja en la región, el sector de Finanzas y el de Manufactura y Recursos lideran la inversión en el país. Se esperan cambios a futuro, en línea con las revisiones que se vayan haciendo respecto a las leyes y las regulaciones sobre protección de datos personales.
¿Qué soluciones de ciberseguridad se pueden destacar en este ámbito? ¿Qué oportunidades puede abrir la innovación en ese sentido?
En concordancia con los cambios mencionados alrededor del crecimiento en el consumo de servicios de nube en la región y en Chile, así como con la evolución de los modelos de consumo de soluciones de seguridad, estamos observando una creciente demanda de soluciones de gestión de identidades, analítica de seguridad, orquestación y respuesta.
De igual modo, se está registrando una creciente adopción de servicios gestionados orientados a soluciones de seguridad basadas en la nube, con un nivel importante de automatización de procesos, acompañados de servicios profesionales de respuesta a incidentes.
¿Cuáles son los principales desafíos y brechas en cuanto al desarrollo de capital humano y ciberseguridad? ¿Dónde estarán las nuevas oportunidades laborales en este sector?
En el “Reporte de Ciberseguridad de Latinoamérica”, que realizamos a fines de 2019 e inicios de 2020, encontramos que 92% de las organizaciones de Chile que participaron en el estudio no contemplaban cambios en el número de especialistas de ciberseguridad contratados.
Observando todo el curso de 2020, y en líneas generales, no estamos viendo un incremento significativo en el ratio de especialistas de ciberseguridad sobre el total de los colaboradores de las áreas de TI.
Los desafíos se centran en los costos asociados a la contratación y en la dificultad de encontrar las calificaciones que se necesitan en las organizaciones.