Fue Nicolas Copérnico (1473 a 1543) quién dio el inicio formal a la Teoría Heliocéntrica, la cual daba indicios de que la tierra no era el centro del universo, sino que eran los planetas los que se movían alrededor de un centro, desplazando así la idea de que el ser humano al ser producto de la creación divina también estaba en el centro del cosmos.
Esta teoría que sé inició 18 siglos antes fue formulada por primera vez por Aristarco de Samos, un filósofo griego. Demandó de Copérnico un esfuerzo de 25 años (1507 a 1532) para su construcción, documentación y comprobación. Luego, inicialmente puesta en escena en 1543, su autor no fue testigo de sus efectos ya que pocos meses después moriría producto de un accidente cerebro vascular.
Su publicación dio origen a lo que hoy se llama la Revolución Copernicana, y es considerada uno de los hitos más importantes en la historia de la ciencia. La muerte de su autor fue quizás la razón de que toda esta teoría no tuviera el revuelo que posteriormente causaría, especialmente en el ámbito religioso que ostentaba también el poder político, económico y especialmente sobre el conocimiento que era modelado en función de su coincidencia o disidencia respecto de los dogmas que la iglesia profesaba.
No fue hasta 1600 cuando Galileo Galilei (1564 a 1642), premunido además de los telescopios a los cuales contribuyó a perfeccionar constantemente, y con su trabajo experimental qué dio origen a lo que hoy se ha llamado el moderno método científico, quién se encargó de difundirla y desarrollarla, en base a observaciones y comprobaciones empíricas.
La historia es conocida, luego de promover su teoría con gran éxito en distintas ciudades y cortes de Europa, fue presa de las envidias de sus contemporáneos estudiosos, la mayoría ligados a la iglesia, quienes se encargaron de contraponer sus ideas con la doctrina, juzgado por la inquisición por herejía, en 1633 fue obligado a abjurar de su conocimiento, sin antes en un último arrebato de rebeldía pronunciar su famosa frase “Eppur si muove”, “Y, sin embargo se mueve”.
IA – La Inteligencia Artificial
La historia anterior al igual que muchas otras similares, demuestra que la adquisición del conocimiento requiere de un proceso, que la mayoría de las veces es lento, requiere de madurez, análisis, y que no siempre es apreciado como un avance e incluso muchas veces se ha considerado como una amenaza.
Hoy en día, con los avances tecnológicos, el desarrollo de la informática y principalmente la gran cantidad de información que existe en el Cyberespacio, nos vemos enfrentados a lo que se ha venido a llamar la Inteligencia Artificial (IA), una primera y muy simple definición es:
“Habilidad de una máquina de presentar las mismas capacidades que los seres humanos, como el razonamiento, el aprendizaje, la creatividad y la capacidad de planear”.
La evolución de la IA es de larga data, se puede decir que desde sus inicios la informática ha procurado obtener a través del procesamiento de grandes volúmenes de datos, suplir o reemplazar la acción humana, desde los primeros SIA (sistemas de información administrativa) hasta hoy la tecnología ha ido facilitando el proceso de los datos para obtener más información en niveles de agregación y refinación que permiten al ser humano obtener información y conocimiento.
Hoy se reconocen otras formas de IA y que ya se encuentran asimilados en la vida cotidiana:
- Sistemas de recomendaciones personalizadas, un ejemplo es la plataforma Netflix que te sugiere que ver basado en los contenidos ya vistos y del comportamiento de consumo anterior.
- Sistemas de reconocimiento de voz.
- Atención y solución de los problemas más habituales a través de chatbox.
No es el objetivo de este articulo entrar en los detalles técnicos que sustentan la construcción de estas máquinas y aplicativos, pero como ya se ha dicho es importante señalar que la inteligencia artificial no es algo nuevo y que hoy se identifican distintos tipos de IA.
Hoy se destaca entre ellas la llamada Inteligencia Artificial Generativa, basada en modelos que aprenden los patrones y la estructura de los datos de entrada y luego crean contenido nuevo que es similar a los datos de entrenamiento pero con cierto grado de novedad (en lugar de solo clasificar o predecir datos).
Hace ya más de una década en 2011 un sistema llamado WATSON desarrollado por IBM fue considerado uno de los precursores de lo que hoy se viene a llamar la IA generativa, la gran prueba de esto fue su participación en un concurso de conocimiento muy popular llamado Jeopardy, en donde enfrentó a dos oponentes humanos en un ciclo de dos juegos , el primero fue el que ganó la mayor cantidad de dinero en este juego, el segundo el que había tenido la racha más larga de juegos ganados (75), a ambos WATSON los derrotó.
Una nueva definición de la IA surge a partir de estos avances:
“Esta es una disciplina y un conjunto de capacidades cognoscitivas e intelectuales expresadas por sistemas informáticos o combinaciones de algoritmos, cuyo propósito es la creación de máquinas que imiten la inteligencia humana para realizar tareas, y que pueden mejorar conforme recopilan información”.
Día a día se muestran ejemplos de aplicación de la IA, muchas veces se usan títulos que impactan para llamar la atención de las personas o para introducir en el conocimiento de estas los conceptos de IA y sus bondades, un par de ejemplos:
- La IA que predice la muerte: Una aplicación desarrollada por un equipo médico que modeló el comportamiento del corazón y el resultado de exámenes de sangre, para determinar si el paciente padece de hipertensión pulmonar, una enfermedad que hace que un tercio de las personas que la padecen mueran dentro delo 5 próximos años después de detectada. De esta forma el aplicativo analiza las imágenes en movimiento del corazón juntos con los resultados de los exámenes y determina la existencia de la patología.
- IA logra leer los pensamientos de 3 personas: Una experiencia en la cual a través de un resonador magnético, fue posible detectar que partes del cerebro se estimulaban cuando una persona escuchaba determinados audios, con lo cual se pudo extrapolar cuales eran sus pensamientos en el momento.
- IA permite detener a delincuente en Chile que hacían encerronas: Un caso en el cual a través del examen de redes sociales, se buscó a delincuentes que difundían sus delitos a través de ellas, con esto se logró identificar a tres involucrados, y luego a sujetos de interés asociados que fueron identificados por sus víctimas, logrando detener a 10 delincuentes que formaban una banda que se dedicaba a las “encerronas”.
- Profesores Robots: un proyecto que usa IA en chatboxs para interactuar y “conversar” con los estudiantes en temas previamente establecidos.
- IA detecta sola a Pudues, Pumas y Zorros: una aplicación de la IA qué a partir de imágenes de estas especies desde distintos ángulos, hoy permiten procesar millones de imágenes acopiadas por cámaras de trampa identificando en cuales de ellas están presentes los ejemplares, ahorrando miles de horas de esfuerzo manual para determinar poblaciones por ejemplo.
Todos estos títulos se relacionan con sistemas, que utilizando una gran cantidad de datos son capaces de correlacionarlos para cumplir con algún objetivo.
Tal vez lo más impresionante sucedió a fines del año pasado cuando OpenAI – Microsoft, una compañía de investigación en inteligencia artificial, lanzó ChatGPT, un bot conversacional que puede generar respuestas aparentemente inteligentes a preguntas. Las personas que probaron el bot con solicitudes pronto se dieron cuenta de que podía redactar ensayos, escribir código y hacer borradores de propuestas de negocios.
Además de Chatgpt se creó BARD de Google; es necesario precisar que cuando hablamos de datos se incluyen todas la formas en que estos pueden estar representados: estructurados, no estructurados, imágenes, videos, sonidos etcétera, lo cual abre la posibilidad de que a través de la IA Generativa se cree o reproduzca información de toda índole como esta:
Es decir, estamos frente a una revolución tecnológica, pronto estos sistemas serán montados en máquinas que van a poder tomar decisiones y operar en cierto campo, se abren opciones y capacidades insospechadas, pero a su vez se generan preguntas e incógnitas que se deben resolver con el máximo de rigurosidad, entre otras:
¿Se puede considerar conocimiento aquel que se obtiene a través del acopio de información de diferentes fuentes, de variadas tendencias y con orígenes que no siempre están claros ni validados, que adolecen de sesgos de distinta índole, y que a través de algoritmos se dispone a quién lo solicita a modo de ensayos y propuestas?.
¿Como se verán afectadas nuestras habilidades de pensamiento crítico y resolución de problemas, al disponer de herramientas que nos proporcionan respuestas a preguntas complejas de esta forma?.
¿Se descartarán a futuro los “viejos” métodos científicos para, dar paso a esta verdad develada por los algoritmos de la IA?
¿Cuáles son los límites que se debieran exigir en cuanto a proteger la privacidad de la personas, y la propiedad intelectual?.
Esta y muchas otras preguntas flotan en el aire, mientras en forma desenfrenada se crean nuevas “habilidades” y versiones de estas herramientas, intentando cubrir una mayor porción de “mercado”.
No por nada hoy existe una corriente de científicos, empresarios, políticos y ejecutivos que han señalado la necesidad de generar una moratoria en el avance de estas nuevas tecnologías, las razones, debido a que estos sistemas pueden plantear «profundos riesgos para la sociedad y la humanidad».
En la petición publicada en el sitio futureoflife.org, piden una moratoria hasta que se establezcan sistemas de seguridad con nuevas autoridades reguladoras, vigilancia de los sistemas de IA, técnicas que ayuden a distinguir entre lo real y lo artificial, e instituciones capaces de hacer frente a la «dramática perturbación económica y política (especialmente para la democracia) que causará la IA«.
Uno de los aspectos señalados habla del efecto de la AI en el mercado laboral, hay estimaciones de que se podrían reemplazar 300 millones de empleos, el impacto de esto no es posible determinarlo hoy, pero las estimaciones menos pesimistas indican que sería una catástrofe a nivel mundial de insospechadas consecuencias.
La creación de mentes no humanas también preocupa, «Una superinteligencia desalineada podría causar un daño grave al mundo; un régimen autocrático con una superinteligencia decisiva podría hacer eso también».
El director de Open AI, que diseñó ChatGPT, Sam Altman, ha reconocido tener «un poco de miedo» de que su creación se utilice para «desinformación a gran escala o ciberataques», no se han establecido mecanismos que eviten el sesgo y las discriminaciones que puede contener parte o toda la información que estos algoritmos consuman en su proceso.
La aplicación de la AI en la creación de armas autónomas y robots soldados es otro elemento de preocupación, que no está regulado y sin embargo están a un paso de ser realidad si es que ya no lo son.
Conclusiones
Sin duda la humanidad se encuentra hoy en un momento decisivo, como los ha habido en otros momentos de la historia del conocimiento y los avances tecnológicos, una nota de esperanza lo dan algunos ejemplos que han necesitado plenos acuerdos en su manejo en beneficio de la humanidad;
- La proliferación de las armas nucleares no habría sido posible controlarla si no hubiera un consenso sobre su peligrosidad, y aún cuando hoy solo algunas potencias detentan el poder de tenerlas, el equilibrio ha permitido que no se extiendan más allá de lo razonable.
- Los avances en la bio medicina han necesitado de rigurosos marcos bio éticos, sin los cuales tal vez se habrían cometido muchas aberraciones en nombre de los avances en la bio tecnología.
- La manipulación genética aplicada en vegetales, micro organismos han permitido avances notables en el combate a enfermedades, en la disponibilidad de alimentos, pero también representan desventajas y amenazas hoy tal vez no conocidas sobre la salud de las personas y el medio ambiente entre otros ámbitos.
Hay y habrá opiniones encontradas sobre la Inteligencia Artificial, pero lo que es claro es que se necesita tener un marco de acción más definido que el actual “dejar hacer”, no es una caza de brujas, no se trata de reprimir el avance, tampoco de inhibirlo para que otros puedan avanzar y tomar el control, el punto no es ideológico ni doctrinario, se trata de pausar el paso porque se está hablando de la capacidad que en forma más clara distingue a los seres humanos de otras especies, su inteligencia, capacidad de razonamiento y su juicio basado en un sistema de valores éticos bajo el cual aplica su conocimiento personal y colectivo, si aquello se reemplaza por algoritmos que acopian datos para transformarlos en información y seudo conocimiento, debemos al menos cuestionar si es ese el camino que queremos transitar.
Volviendo a Galileo Galilei una pausa no es el fin, porque siempre se podrá decir “Eppur si muove”.
NOTA: En marzo China presentó su propio chatbot de IA llamado OpenAI – Microsoft, el fin de semana del 20 de mayo de 2023 se anunció la liberación de Chatgpt en los teléfonos móviles de APPLE y ya se anuncia su pronta liberación para sistemas Android.
Artículo creado y redactado por Gastón Guamán, Gerente de Servicios de ITPS Gestión.
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