Llevar los datos a la nube prometía ser la solución para las organizaciones en su proceso de transformación digital. Sin embargo, con el devenir del tiempo, se han dado cuenta de que no todo lo que brilla es oro y existe una tendencia a recuperar o “repatriar” los datos o parte de ellos, y moverlos hacia infraestructuras de nube On Premise o locales.
En su momento las empresas acogieron con entusiasmo las promesas de ahorro de costos, escalabilidad y flexibilidad para operar y resguardar su información en la nube pública, pero con el impulso de la inteligencia artificial y la gran demanda de data, muchas empresas están evaluando la migración inversa o al menos analizan hacerlo.
Respecto de las razones de este cambio, Alberto Valenzuela, Business Manager de Servicios Digitales de TLine Chile, señala que: “Existe un sentimiento de pérdida de gobernabilidad de los datos por parte de las organizaciones, poco control de los recursos y optimización de estos, lo que se entiende también por la poca utilización de herramientas de control financiero FinOps. En este boom por estar en la nube, se crearon muchas expectativas impulsadas por los mismos hiperescaladores. Sin embargo, las empresas se encontraron con costos altos, poco transparentes, tratamiento de seguridad que nos les acomodaba y efectos de latencia en los hiperescaladores públicos». Agrega que; este escenario sumado a las mayores capacidades de datos y a la mayor demanda de modelos de datos cognitivos, dado el avance de la IA, contribuyen a que las organizaciones vean sus datos lejanos, perdiendo control sobre los mismos y en muchos casos, no cuentan con soluciones de respaldo que aseguren su continuidad ante algún ataque cibernético.
A juicio del experto existe una tendencia de las organizaciones a transitar hacia un ambiente más equilibrado en costos, más cercano a su operación y así tener más participación sobre sus datos, y de paso, tenerlos más controlados, esto explica la creciente presencia de los principales hiper escaladores en territorio chileno.
“La repatriación es, en resumen, un sentimiento de pérdida de patria y potestad de los datos. Según el estudio de IDC presentado por DELL Technologies, el 74% de las organizaciones planea repatriar cargas, y solo un 12% permanecerá totalmente en el Cloud Público, y por algo será. Los consumidores chilenos no se sienten totalmente cómodos en tener todos sus datos en las nubes públicas en otros países”, precisa.
A pesar de esta sensación de lejanía y altos costos, Alberto Valenzuela plantea que lo mejor es hacer un uso más balanceado y diversificado de la nube. “No es dejarla por completo, porque no se trata de eso, sino de evaluar qué es lo más conveniente mantener en forma local y contar con una operación multicloud híbrida, y es ahí donde está el desafío de los CSP (Cloud Service Provider). Estos últimos otorgan servicios desde sus propias nubes, con utilización de tráfico nacional y donde el cliente sabe incluso en dónde están sus datos, además de entregar más cercanía con el cliente. La idea es, además, constituir un punto de respaldo y de continuidad operativa a las nubes hiperescalables”.
A pesar de la promesa de escalabilidad, eficiencia y ahorro de costos que inicialmente atrajo a las organizaciones hacia los servicios en la nube, hoy muchas de éstas parecen estar reconsiderando su conveniencia, sin embargo, ante esta tendencia deben planificar cuidadosamente sus estrategias de migración de datos, de manera de garantizar la integridad de estos, además de minimizar el tiempo de inactividad que podrían tener, pero todo apunta a que el camino parece estar en el equilibrio adecuado entre las soluciones en la nube pública, las nubes locales y las privadas, lo que permitiría el éxito y tranquilidad en el uso de estas tecnologías.
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