Sin duda, el avance de la transformación digital, la penetración de Internet y la masificación del comercio electrónico han gatillado un aumento importante de los ciberataques en Chile y el mundo.
Según cifras de Kaspersky, en Latinoamérica se registran 39,5 ataques informáticos por segundo, tendencia que va en aumento y que puede afectar tanto a organizaciones como usuarios finales, generando desde el robo de datos sensibles hasta millonarias pérdidas, incluso la quiebra de una compañía.
Así lo sostiene Álvaro Soto, gerente de Ciberseguridad de AVANTIC, firma que provee servicios en dicha área, quien señala que la mayoría de los ciberataques se podrían evitar siempre y cuando las personas tomaran ciertas precauciones y no cometieran determinados errores.
“La puerta de entrada que tienen hoy los ciberdelincuentes para cometer sus delitos está representada, principalmente, por los usuarios finales. Si logramos que los individuos tomen conciencia de este tema y algunos resguardos estaríamos mucho más protegidos frente a las ciberamenazas”, manifiesta el experto.
Al respecto, enumera aquellas equivocaciones más frecuentes en seguridad informática que tienen lugar en nuestro país:
- No usar antivirus y antimalware.Se trata de una decisión que puede costar caro en el tiempo, pues al no disponer de este tipo software una persona o empresa se expone a ser víctima de un programa malicioso que robe, destruya o secuestre su información a cambio de un rescate en dinero.
- Tener softwares desactualizados. No bajar los parches o actualizaciones de un programa computacional implica dejar los equipos desprotegidos o con vulnerabilidades que pueden ser aprovechadas por los ciberdelincuentes para acceder a computadores, servidores o la red corporativa de una organización, con todas las consecuencias negativas que ello implica.
- Usar la misma contraseña siempre. Emplear la misma “password” para el banco, redes sociales, portales de tiendas comerciales, sistemas de correo electrónico, etc. es otro de los errores más repetidos en Chile. Lo ideal, además, es que las claves combinen letras, números, símbolos y el uso de mayúsculas y minúsculas.
- Exceso de confianza al abrir archivos o enlaces contenidos en correos electrónicos. El phishing sigue siendo una de las técnicas más usadas por los ciberdelincuentes para robar información sensible como, por ejemplo, las credenciales bancarias de una persona. A través de un inocente correo que, supuestamente, proviene de la institución financiera de la víctima, un hacker puede solicitar la actualización de los datos bancarios de esa persona, sin que ella se de cuenta que el email es falso. “Es importante que los individuos desconfíen en todo momento de los correos, archivos o links que reciben a diario y que se tomen el tiempo de chequear si la fuente que se los envía es confiable o no”, comenta el gerente de Ciberseguridad de AVANTIC.
- No informarse de las ciberamenazas existentes. Ignorar los peligros que hay en internet no es la mejor política para prevenir los ataques. Es importante que las empresas constantemente estén capacitando a sus colaboradores sobre los riesgos informáticos y las estrategias para proteger la información y datos.
- Visitar cualquier sitio web.Hay que ser selectivo al momento de visitar o comprar en un portal determinado, pues puede ser una fachada de los ciberdelincuentes para robar datos de tarjetas de crédito o información sensible de los visitantes. Detalles en los que hay que fijarse son que en la barra de navegación aparezca el https y/o candado de seguridad del respectivo sitio web.
- Exponer información sensible en las redes sociales. Publicar datos como la dirección del domicilio, número de teléfono, etc. resultan muy útiles para que los ciberdelincuentes puedan usarlos maliciosamente y sacar provecho de ellos. Asimismo, no restringir el acceso al contenido de las RRSS también puede ser peligroso para los usuarios de ellas.
- Descargar programas o aplicaciones desde cualquier portal.Es otra acción de mucho riesgo, pues si no se toman las precauciones del caso puede instalarse en el computador o teléfono un software malicioso que nos espíe o robe información sin que nos demos cuenta.
- Usar cualquier conexión para acceder a Internet.Emplear hotspots que son públicos representa otra de las acciones que pueden afectar la ciberseguridad, sobre todo cuando la conexión usada no exige el uso de una contraseña.
- No realizar copias de seguridad.Finalmente, otro de los malos hábitos en materia de seguridad es no efectuar respaldos periódicos de la información y datos almacenados en los equipos que empleamos.
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