Por Sergio Purcell. Gerente General de COCHA.
El Día Mundial del Turismo nos invita a reflexionar sobre la importancia de esta actividad para el desarrollo económico, social y cultural de los países, y a enfrentar los desafíos actuales que buscan definir su futuro. En 2024, tras un periodo de recuperación post-pandemia, el sector turístico local e internacional se encuentra en un punto de inflexión, donde la sostenibilidad, la diversificación y la innovación tecnológica emergen como pilares clave para su crecimiento.
Uno de los mayores retos que enfrenta la industria turística chilena es la sostenibilidad. Con la creciente presión sobre los recursos naturales y la necesidad de preservar los entornos únicos que atraen a los turistas, la implementación de prácticas sostenibles se vuelve imperativa. A pesar de las iniciativas para promover el turismo responsable, aún queda mucho por hacer para integrar la sostenibilidad en cada aspecto del sector.
Además, la infraestructura sigue siendo un obstáculo considerable. Aunque Chile ha avanzado en la modernización de sus instalaciones turísticas, muchas áreas aún carecen de la infraestructura adecuada para recibir el número creciente de visitantes. Desde el transporte hasta las instalaciones de alojamiento, la falta de inversión en estos aspectos puede limitar la capacidad del país para aprovechar al máximo su potencial turístico.
Otro desafío relevante es la diversificación de la oferta turística. Para captar un mercado más amplio y resiliente, es fundamental diversificar la oferta, integrando experiencias culturales, gastronómicas y de bienestar que atraigan a diferentes tipos de turistas durante todo el año, tanto a nivel nacional como internacional.
Además, la promoción de destinos emergentes ofrece una oportunidad significativa para descongestionar los destinos tradicionales y redistribuir el flujo de visitantes. Lugares menos conocidos, como la Región de Los Ríos o la Región de Atacama, tienen el potencial de convertirse en nuevos focos de atracción si se les da el impulso adecuado en términos de promoción y desarrollo de infraestructura.
El fomento del turismo de bajo impacto y la inversión en turismo rural y agroturismo también podrían contribuir a un crecimiento más equilibrado y sostenible. Estos segmentos pueden ofrecer experiencias auténticas y personalizadas que a la vez respeten las comunidades locales y los ecosistemas.
En cuanto a la innovación tecnológica, esta se está posicionando como un aliado clave en la evolución del sector. Desde aplicaciones móviles que mejoran la experiencia del visitante, hasta plataformas de inteligencia artificial que optimizan la gestión de reservas, la tecnología está transformando la manera en que los turistas interactúan con los destinos. La inteligencia artificial, por ejemplo, permite personalizar recomendaciones de viaje, mejorando la experiencia del viajero, abriendo nuevas oportunidades para el turismo internacional y nacional.
Al adoptar un enfoque innovador y sostenible, e incentivar tanto el turismo nacional como el internacional, Chile puede continuar fortaleciéndose como un destino de clase mundial, equilibrando el crecimiento económico con la preservación de su inigualable patrimonio natural y cultural.
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