Por Elizabeth Silva, psicóloga del Centro de Atención Temprana CAT Español UCM.
El 3 de diciembre se conmemoró el Día Internacional de las Personas con Discapacidad, el cual fue declarado en 1992 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, con el objetivo de promover los derechos y el bienestar de las personas con discapacidades en todos los ámbitos de la sociedad y el desarrollo, así como concienciar sobre su situación en todos los aspectos de la vida política, social, económica y cultural. Nos parece relevante visibilizarlo no solo el día en específico, y que sea un tema de abordaje como parte de la vida.
¿Quiénes son las personas con discapacidad?
Según la UNICEF (2022) se definen personas con discapacidad aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo, que, al encontrarse con diversas barreras, tanto física como de oportunidades, no pueden tener una participación plena ni efectiva en la sociedad, enfrentándose constantemente a situaciones que limitan el ejercicio de sus derechos e inclusión social (dificultades en su desplazamiento y falta de acceso a información).
¿Alguna vez te has preguntado si has vivenciado una situación de discapacidad?, probablemente no, sin embargo, la discapacidad forma parte de la condición humana, pues casi todas las personas han sufrido o sufrirán en algún momento de su vida un tipo de discapacidad, pudiendo ser transitoria o permanente, reversibles o irreversibles, esto por diversos factores como: guerras, violencia, heridas, accidentes, enfermedades, vejez, entre otros.
Dato no menor es que el 15% de la población mundial se encuentra en situación de discapacidad, es decir, al menos 1 de cada 7 personas en el mundo tiene discapacidad, y lo más preocupante es que el 80% de ellas viven en un contexto de pobreza, haciendo aún más difícil y compleja su situación.
Infancia y Discapacidad
Se estima que 240 millones de niños y niñas de todo el mundo se encuentra con algún tipo de discapacidad (UNICEF, 2022), siendo uno de los grupos más marginados y excluidos de la sociedad, cuyos derechos son vulnerados de manera generalizada. En comparación con sus pares sin discapacidad, tienen más probabilidades de experimentar las consecuencias de la inequidad social, económica, y cultural. Diariamente se enfrentan a actitudes negativas, estereotipos, estigma, violencia, abuso y aislamiento; así como a la falta de políticas y leyes adecuadas, lo mismo que a oportunidades educativas y económicas” (UNICEF, 2022).
Añadido a esto, debemos ser conscientes de que la crisis sanitaria recientemente vivida, afectó tanto a la población general, como también a los niños con discapacidad… ¿hemos pensado alguna vez cómo esta crisis los afectó a ellos?, ¿cuáles serán las consecuencias para su crecimiento? O ¿qué oportunidades se perdieron? En tiempos de crisis, las personas con mayor vulnerabilidad, como lo son las personas con discapacidad, son más excluidas y olvidadas que el resto de la población (ONU, 2022), por tanto, el retraso y riesgo en su desarrollo, que ya venía afectado, podría ser más complejo de lo que imaginamos.
CAT y Discapacidad infantil
Desde el CAT Español UCM queremos prevenir y tratar oportunamente a los niños con discapacidad (transitoria o permanente) o con riesgo de padecerlo, puesto que, desde el nacimiento hasta los 6 años, los niños tienen mayor plasticidad cerebral, y toda intervención terapéutica y educativa tendrá un impacto favorable en su desarrollo a corto, mediano y largo plazo, fortaleciendo sus habilidades para que puedan eliminar las barreras cotidianas a las que se enfrentan, y por sobre todo, que se garantice sus derechos sociales, especialmente el acceso a salud y educación de forma oportuna.
Es urgente que nuestra sociedad se involucre en la construcción de prácticas más equitativas y respetuosas para este grupo, realizando inversiones en estructura, salud, educación, políticas públicas, buen trato, etc. pues no es solo una cuestión de derechos y justicia social para los niños y niñas con discapacidad, sino que, también es una inversión a mediano y largo plazo en el desarrollo de nuestro país.
Les invitamos a reflexionar respecto de la discapacidad ¿qué significa para mí? ¿qué significa en mi país? Y desde mi contexto personal, ¿cuáles acciones concretas podría incluir en mi vida para revertir las barreras que eventualmente podrían “invisibilizar” a una persona con discapacidad? Cada uno de nosotros tenemos un gran poder en la convivencia diaria, y podemos contribuir enormemente en la construcción de un mundo más humano y acogedor para todas las personas, sin discriminación.
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