Por Matías Rodríguez, analista de Delex.cl
En julio se conmemora a nivel mundial el Día del e-commerce, instancia que representa una oportunidad de reflexión. Más aún en Chile, donde el 49% de los consumidores se declara como comprador intensivo en los canales digitales.
La tecnología es la categoría que más interés concita en los consumidores nacionales que compran artículos en el extranjero. Esta demanda se explica por la búsqueda de acceder a precios más competitivos, sumado a la entrega de producto en tiempos más tempranos que lo que ofrece el retail local.
Y es que la inmediatez es un factor crítico para una industria que podría movilizar en nuestro país más de US $11.500 millones este año. Pero sin dudas no el único: mantener las ofertas y la gran variedad de productos supone una ventaja competitiva en relación a las tiendas convencionales. En este proceso, también será crucial que el comercio electrónico apunte a optimizar su experiencia de compra, a través de un mejor servicio de post venta.
Aspectos como la seguridad y fortalecer la percepción física, surgen igualmente como oportunidades de mejora. En este contexto, la tecnología será un importante aliado: soluciones basadas en inteligencia artificial permiten hoy visualizar los productos en detalle. Del mismo modo, pueden ayudar a reducir las brechas en protección de datos y el resguardo monetario ante el alza en estafas digitales.
Los retos también alcanzan a los consumidores. Es fundamental que las personas puedan asesorarse al momento de realizar una compra en el extranjero. En esta línea, los principales problemas relacionados son la tramitación y el ingreso de los artículos al país, y la búsqueda de alternativas para hacerlo de forma segura por medio de compañías del rubro.
Sin lugar a dudas las compras online se perciben como una tendencia global que seguirá su acelerado crecimiento en el transcurso de esta década, y para la cual debemos estar preparados e informados.
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