Por Dra. Sandra Castro Berna, académica de la Escuela de Educación Parvularia de la Universidad Católica del Maule (UCM) en Curicó.
El ser humano tiene la capacidad de hablar, pero el lenguaje se adquiere y debe comenzar su estimulación desde que el bebé nace, estímulos a través de juegos lingüísticos, canciones, actividades habladas, gestos y sonidos, por ejemplo.
El niño(a) se comunica haciendo uso progresivo del lenguaje con gestos y balbuceos, al uso de palabras, frases sencillas y algunas estructuras de frase, hasta aprender que las palabras tienen significado.
El bebé muestra las primeras señales de comunicación al llorar (así logra recibir alimento, contención y atención), comienzan a reconocer sonidos importantes de su entorno (la voz de la madre, otros), prestan atención a sonidos del habla que componen las palabras de su lenguaje (sonidos básicos de su lengua materna).
Para tener en cuenta:
- El lenguaje se adquiere por imitación, los niños(as) hablan, imitan las expresiones y el vocabulario que escuchan.
- Evitar hablar con un lenguaje infantilizado, lo que llevará a desarrollar correctamente el lenguaje y la comunicación.
- Los bebés adquieren las habilidades del lenguaje a través de la interacción constante y frecuente.
- Los adultos moldean la producción del habla de sus hijos(as).
- Los niños(as) desarrollan las habilidades del habla y el lenguaje en tiempos diferentes. Siguen una progresión natural para dominar dichas habilidades.
- Si el niño(a) se tarda en hablar, no siempre es por un problema, puede que no tenga necesidad de comunicarse, ya que unos pocos y simples gestos hacen que el adulto reaccione y consiga lo que necesita.
- Fomentemos un ambiente de comunicación, de sana conversación, lectura de cuentos, cantemos en familia, entre otras actividades que permitan la escucha, el intercambio y las interacciones.
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