Por Eduardo Hebel Weiss, Rector de la Universidad de la Frontera
El próximo año enfrentaremos uno de los mayores desafíos para la educación superior. El Mineduc enviará un proyecto de ley que busca reformar el sistema de financiamiento para las universidades, CFTs e IPs.
En ese sentido, como universidad pública, estatal y regional, vemos con atención el modelo que se pueda impulsar para lograr, finalmente, fortalecer las universidades del Estado. Pero, ¿Cómo este nuevo sistema de financiamiento aportará valor a los estudiantes, padres y sociedad en general? Es una pregunta que nos hacemos rectores y rectoras.
Así, consideramos que es clave avanzar hacia un financiamiento basal, para dejar atrás la lógica de la subvención a la matrícula en nuestras casas de estudio, dado que, por nuestro rol social y misión institucional, el compromiso con la formación de jóvenes no puede depender solamente de los recursos generados gracias a la contribución del pregrado.
Creemos que esta es una gran oportunidad para generar un ajuste en el financiamiento a las instituciones públicas de educación superior y esperamos dar un salto en el mejoramiento continuo que buscamos realizar desde las universidades estatales. Y no se trata solo de pedir más recursos, ya que hemos demostrado que somos capaces de gestionar eficientemente los aportes estatales y levantar financiamientos por otras vías. Buscamos un trato más equitativo y acorde con el rol que tenemos en la sociedad chilena.
En el caso de la gratuidad, y la discusión sobre los nuevos aranceles regulados, pienso que se deben generar mecanismos diferenciados de acuerdo a la naturaleza de las instituciones. Es el momento para hacer la diferencia porque hemos demostrado con hechos, resultados e indicadores que somos el tipo de universidades que Chile necesita.
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