Por Karien Volker, Subgerente de Economía Circular en Fundación Chile
En un mundo cada vez más sobreinformado acerca de los desafíos ambientales que enfrentamos, llaman la atención los últimos resultados del estudio Reciclando-Ando realizado por el Pacto Chileno de los Plásticos y GfK Chile, especialmente, el que se relaciona con la «conciencia ambiental» en el país. Esta, según reveló el estudio, ha experimentado una caída en comparación con los resultados de años anteriores y revela que la protección del medio ambiente como una causa ciudadana, ha disminuido en un 11%, pasando del 36% en 2022 al 25% en 2023.
La información fue presentada en el webinar «Ley REP: Nuevos hábitos para un cambio cultural», una de las acciones impulsadas dentro de la campaña #ReciclandoAndo, recientemente impulsada por FCh, el Pacto Chileno de los Plásticos y sus socios y colaboradores,, y que tiene como objetivo convertir al reciclaje en una acción natural y esencial en las rutinas diarias de las personas.
Toda la información contenida en la encuesta llega en un momento crítico, a solo días de la implementación de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor y Fomento al Reciclaje –la Ley REP- para envases y embalajes.
Es claro que la normativa representa un importante paso hacia la sostenibilidad y la reducción de la contaminación por plásticos y otros residuos en Chile. Pero lo que es clave entender, es que su éxito depende no solo de los productores a quienes la normativa extiende la responsabilidad de su manejo, sino también de la participación activa de la ciudadanía.
Este resultado que se refiere a la disminución en la conciencia ambiental, refleja un cambio en las prioridades de las personas en tiempos de incertidumbre, en el que las necesidades básicas a menudo prevalecen sobre las preocupaciones ambientales. Sin embargo, éste no es el momento de retroceder en nuestro compromiso con la naturaleza, pues es precisamente en tiempos difíciles cuando debemos buscar formas innovadoras de integrar la sostenibilidad en nuestras vidas cotidianas.
La encuesta entregó otros datos interesantes, como el que señala que un 57% de los encuestados declara reciclar, pero aquellos que no lo hacen, mencionan a la falta de infraestructura y de educación ambiental como sus principales obstáculos. Algo que nos dice que hay un potencial significativo para aumentar la tasa de reciclaje en el país si se abordan estos problemas de manera efectiva.
Los Sistemas de Gestión, como ReSimple y Giro, se están haciendo cargo de ese desafío para que, de manera gradual y en un plazo de máximo 12 años, se llegue al 80% de los hogares del país con los nuevos sistemas de reciclaje.
La implementación de la Ley REP es un paso en la dirección correcta, ya que promueve la economía circular y reduce la generación de residuos. Es, también, una oportunidad para abordar la triple crisis de contaminación, cambio climático y pérdida de biodiversidad a las que nos enfrentamos.
La conciencia ambiental es necesaria a nivel transversal y no debe darse por sentado. Ahora más que nunca, debemos hacer del reciclaje una parte esencial de nuestras vidas cotidianas y la Ley REP es una herramienta importante, pero su éxito depende de todos nosotros.
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