Por Sergio Satulovsky, Ceo de InnovAgile Group
El congreso aprobó y el Presidente Boric promulgó la Ley Karin, que modifica el Código del Trabajo en materia de prevención, investigación y sanción del acoso laboral, sexual y violencia en el trabajo.
¿Qué harán las empresas en este nuevo escenario? Según conversaciones con muchos líderes, muchas empresas desconocen la existencia de esta Ley, y los líderes se despreocupan diciendo que “será tema de RRHH”.
Estos son dos problemas fundamentales a enfrentar ahora, por lo que es fundmental informarse porque el plazo se acorta. Pensemos que en 6 meses máximo las organizaciones deberán definir y aplicar estos protocolos.
El protocolo será de protección hacia una situación de acoso, que no garantiza en absoluto que este tipo de conductas desaparezcan. Al contario, puede generar un “cumplimiento” por parte de las organizaciones, donde hacia afuera tengo el protocolo y todo en orden, y hacia adentro se siguen fomentando las conductas abusivas y de acoso, con lo cuál estamos en el “cumplo” y “miento” de la palabra.
Para que esto no sea algo reactivo, cuando ya la situación ocurrió, se deben tomar medidas preventivas, de educación, de cambio de cultura organizacional, y de formación de sus líderes.
El líder que responda “es un tema de RRHH, no mío” evidentemente no entendió lo que se debe trabajar, y la organización debe ayudarlo a comprender que él es parte fundamental de ese problema y de esa prevención.
Para poder prevenir las actitudes de acoso y situaciones de violencia en el trabajo, es fundamental el cambio en la mentalidad de los líderes para que formen equipos de trabajo sanos, que la comunicación circule con transparencia, que todos sepan quién es el compañero en realidad, y no la versión fantaseada de lo que supone que el compañero es. Esto se logra con un trabajo constante en la construcción de vínculos, que generan compromiso con la tarea, desembocando en la mejora continua de los procesos, lo que generará resultados a la organización, y más hoy en día en entornos de crisis económica como la que atravesamos.
La Psicodinamia Laboral Agil, toma más relevancia que nunca en el contexto organizacional actual. Si queremos crecer como organización, como economía y como país, cada uno de nosotros debe apropiarse de la realidad para poder generar en sí mismo los cambios que le ayuden a cambiar el contexto en donde se desempeña, reconociendo al otro como una persona distinta a uno mismo, pero que no representa un peligro por ser distinta, si no una fuente de aprendizaje y crecimiento, un reflejo de sí mismo.
Con estas acciones de prevención, más la Ley Karin, podremos decir que se toman acciones reales y que los casos de acoso y violencia laboral irán disminuyendo.
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