Por Camila Mohr, Gerente General de INNSPIRAL
Muchas veces las empresas comenten el error de esperar que los cambios los tomen por sorpresa, y están acostumbrados a trabajar de manera reactiva cuando se sienten amenazados por la competencia.
Cada industria, empresa u organización se enfrenta a las oportunidades y los retos de la transformación de manera diferente, pero con un punto en común: La innovación y tecnología como determinantes para cualquier escenario de salida de la crisis y reactivación económica. La innovación y la ventaja competitiva se construyen con la efectividad que se tenga para anticipar tendencias e identificar patrones de comportamiento oportunamente.
Hoy estamos ante un mundo de constantes cambios, con una transformación digital que desde la pandemia ha venido acelerando a una velocidad impresionante, enfrentados a una crisis climática que nos afecta día a día, y encima de todo, cada vez más descentralizados. Lo anterior nos obliga a darle importancia a las tendencias que nos rodean y sobre todo, a entenderlas como guías o pistas respecto de los múltiples caminos que un negocio puede tomar. Pero, ¿cómo podemos detectarlas?
Existen 3 factores que son fundamentales a tener presente a la hora de identificar tendencias: entender la conducta del consumidor, para ofrecer el producto más adecuado a sus problemas o necesidades; detectar el costo de la industria y su fluctuación; y poner atención al cambio de las dinámicas del mercado en innovación de productos, operaciones, logística, etc.
Es imposible predecir el futuro, pero sí podemos protagonizarlo; innovando, utilizando tecnologías emergentes y creando nuevas soluciones para problemas relevantes.
Abracemos el cambio, y re-diseñemos nuestro futuro personal y empresarial con optimismo. Las empresas que no cambien según su entorno desaparecerán. Aunque el panorama sea sombrío, lo mejor está por venir.
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